Colón y la Colonización. Por Taurino Atencio.

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Según nuestra historia como República Argentina, digamos, desde 1810, aunque todavía no se denominaba así; se ha hecho referencia por no pocas personas integrantes o no de los gobiernos del momento; a la industrialización del país, o sea, a tener nosotros pueblo Argentino, la capacidad de fabricar las mercancías que nos hacían falta para la construcción de nuestra propia vida; sea en el orden metalúrgico, minero, energía, textil, el vidrio, la madera etc.etc.. Todo ello para no depender de otros países o empresas, que nos suministren tales productos, en cuyo caso, sería someternos a su arbitrio, perdiendo nuestra independencia.

A más de doscientos años de esa fecha, la industrialización sigue en veremos, y así continuamos teniendo una economía dependiente, cuestión que, entre otros aspectos, nos lleva a tener una deuda cada vez más abultada con organismos de crédito, países o empresas multinacionales, que nos atan al carro de sus intereses en perjuicio de los nuestros.

Cuando nos preguntamos: ¿Por qué no podemos desarrollar nuestra industria?, tenemos que retroceder en el tiempo, y situarnos en la época colonial, para encontrar una respuesta aceptable, aunque condenable, más allá de que los obstáculos, no son nada pocos.

Así, en una primera instancia, nos surge el interrogante: ¿Cómo es posible que los países colonizados por los Ingleses, en su mayoría, hayan desarrollado su industria, y los conquistados por los Españoles, seamos pobres, dependientes y pedigüeños?.

Solo hablando de esta parte del mundo, -América -.  Los colonos Ingleses que llegaron a la parte del norte de América, el motivo que  los trajo, era escaparse de una de las guerras permanentes  en Europa, económica-religiosa, en la que los núcleos de los que formaban parte, llevaban las de perder. Su objetivo, en consecuencia, no era apoderarse del lugar y sus bienes, para trasladarlo a Inglaterra, sino instalarse en el lugar con carácter de permanente. Este hecho, fue determinante para que desarrollaran la producción de los elementos que necesitaban, para adquirir el nivel de vida que tenían en su país, empleando los conocimientos avanzados que tenían, y medios económicos  que traían de su origen.

Conclusión, desarrollaron su propia industria y con ella, el dominio, más adelante, de los países atrasados del centro y sur de América, colonizados por los Españoles.

Vamos a la época de la conquista. Los Españoles, similar a los Portugueses, con una flota   marítima de primer orden, en esos tiempos; se dedicaron al pillaje, al saqueo, de los pueblos y territorios que se encontraban a mano. Su objetivo en primer lugar, era llevar a España, todo lo que robaran, arrasando y matando para conseguirlo; una parte para las mismas tropas mercenarias de invasión, y otra, acordada de antemano, para los reyes, para la familia real.

Los viajes de Colón, se enmarcan en esa dirección, solo que el plan original debía llevarlo a la India, encontrándose  de por medio a estas tierras Americanas, donde el “botín” era más jugoso y más fácil de llevar, aplastando y violando a sus dueños, las comunidades aborígenes

 España no desarrolló su propia industria, como sí lo hicieron otros países Europeos, (razones aparte), y eso trajeron a las colonias; solo medios para una producción precaria, y atrasada. Su proceder fue el saqueo de los cuantiosos metales preciosos, y con ellos adquirir  las mercancías de los países que desarrollaron su industria, sea para ellos o haciendo de intermediarios para sus colonias.

Al tiempo de la Revolución de Mayo, luego de más de trescientos años, continuaban existiendo en estas colonias, los mismos medios rudimentarios y precarios de producción. Las familias de comerciantes del puerto de Buenos Aires, y sectores adinerados;  Españoles o criollos, se proveían de artículos europeos, construidos con una calidad muy superior a la producción autóctona, debido al empleo de notables adelantos técnicos. Por esos tiempos, ellos ya disponían de la máquina a vapor, que podía ser instalada donde estaba la materia prima; un generador de energía que la independizaba de la conseguida por el agua a la orilla de un rio, o el viento donde este soplara permanente; merced a este adelanto técnico aumentaron su producción, variada materia prima, y calidad de su mercancía. Superando por lejos, a la producción manual y artesanal de las colonias Españolas, las que se trabajaban en el interior profundo del país, con ninguna posibilidad de competir.

 Andando ya el tiempo, luego de la independencia en 1816. Los hombres con buena preparación intelectual, que podían haber tomado nota de ese factor clave para el desarrollo, caso entre otros del mismo Sarmiento, como uno puede ver en sus libros, que habían recorrido Europa y Estados Unidos, no tomaron en cuenta que la independencia, se lograba con el desarrollo técnico propio de nuestra producción, la que fue muriendo poco a poco, arrasada por los productos de importación.

Por cierto, estos países tecnificados, en una primera instancia Ingleses, y luego Estadounidenses,  ante la indiferencia que manifestaban los sectores pudientes de las colonias Españolas; hacendados, terratenientes; por adquirir tales conocimientos, tomaron, todos los recaudos para impedir que estos se desarrollaran y se constituyeran en un competidor del mercado.

Esta es la principal razón- socio económica- de la larga y cruel guerra que se libró entre los llamados “Federales”, (el interior en su mayoría, pobre y atrasado), y los llamados “Unitarios”, adinerados (dueños del poder, el  puerto y burguesía atrasada), que sepultaron hasta hoy día, la verdadera independencia.

Por desgracia, tuvimos gobiernos en el país, que ni siquiera tenían la convicción y planes aptos para nuestra propia industria, teniendo en cuenta que se dispone con el conocimiento, la cantidad y variedad  de la materia prima necesaria para ello. Sabemos por los aspectos enunciados de nuestra historia,  que el estancamiento de la solución para  conseguir esa meta, no caerán desde el cielo o en paracaídas;  ello vendrá de nosotros como pueblo trabajador, desde abajo, desde los que padecemos el atraso, en la medida que seamos consientes de la sociedad justa que aspiramos.Tranquilos; camino hay en esa dirección.

Taurino Atencio                        taurencio5@yahoo.com.ar


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