La revolución democrática y cultural de Bolivia, popular, antiimperialista y latinoamericanista, es un proceso de «reapropiación» del poder por los de abajo: una «reapropiación» de la capacidad de poder hacer en aras de la vida propia, de la humanidad y la naturaleza, promoviendo la equidad, la justicia y la solidaridad entre los pueblos y entre la humanidad toda. Radicalmente democrática, la revolución boliviana constituye un claro bastión de vida. Ésta es su impronta clave. El triunfo reciente reafirma, precisamente, la voluntad colectiva de continuar en su determinación de inventar-construir un nuevo modo de vida, cualidad que definen como la de “vivir bien”.
Leer más