A propósito de los pagos de deuda con reservas internacionales

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Julio Gambina

Respecto de la crisis señaló “que la crisis no ha mostrado todavía indicios de revertirse, que tenemos un Estados Unidos que le está yendo un poco mejor, una Europa en recesión, con situaciones muy heterogéneas, pero donde lo que se advierte es que no hay reacción del mercado de trabajo, que si bien la tasa de desocupación dejó de caer el empleo sigue cayendo, que las políticas que se están desenvolviendo en términos de liquidez y expansión monetaria, no están resolviendo las cuestiones más de fondo que subyacen detrás de esta crisis que es una brutal insuficiencia de demandas que le permita a estos países volver a crecer. Todo lo contrario, las políticas de consolidación fiscal están minando todavía más ese dinamismo de la demanda doméstica.”

Es decir, la crisis continúa, con impacto en el empleo y los ingresos populares y encima existen políticas de ajuste que complican la situación social.

Relativo a las restricciones externas se concentró en la política de cancelación de deuda señalando que “Hemos pagado desde el 2010 hasta la fecha 24.000 millones de dólares para reducir el stock de la deuda en moneda extranjera”, y respecto de la pérdida de reservas actuales menciona que “De los casi once mil millones que cayeron las reservas en lo que va del año, el 75% es por pagos de la deuda pública en moneda extranjera.” Ese porcentaje significa que se utilizaron 8.250 millones de dólares de reservas internacionales para cancelar deuda externa durante el presente año de 2013.

Son datos relevantes, ya que la titular del Banco Central alude a las restricciones externas del país para hacerse de divisas para la industrialización y el desarrollo, denostando el ingreso de capitales especulativos y sustentando la búsqueda de inversiones genuinas, resaltando el caso de las que genera YPF en su acuerdo con Chevron y la búsqueda de nuevo endeudamiento acordado con el Banco Mundial.

Todo ello es muy discutido en parte de la sociedad Argentina. ¿Está condenado el país a sustentar el actual modelo productivo depredador de los bienes comunes? Son varios los municipios en el país que rechazan la explotación de los hidrocarburos no convencionales en oposición a una tecnología, la de la fractura hidráulica, con consecuencias negativas sobre el medio ambiente, la naturaleza y las poblaciones que circundan las futuras explotaciones. Pero lo más importante es discutir el para qué del gas o el petróleo, el para qué de la energía. Es en definitiva discutir cuál modelo productivo y de desarrollo para la Argentina.

Es más, el interrogante es si el país busca inversores externos para ciertos procesos productivos, más allá de acordar o no con esas opciones, porque no haber usado el stock de reservas para ese fin en lugar de haber destinado 9.500 millones de dólares para cancelar deuda con el FMI en 2006; o 24.000 millones de dólares entre 2010 y el presente como confirma Marcó del Pont. Por ambos conceptos sumamos 33.500 millones de dólares, una cifra similar a las reservas aún existentes en el BCRA. Las reservas podrían tener otro destino que la cancelación de una deuda que requiere ser investigada para definir su legalidad y legitimidad.

Formulaciones favorables al desarrollo y promoción de las soberanías alimentarias o energéticas, articuladas con el fomento de la soberanía financiera pueden significar procesos de inversión genuina con recursos derivados de las reservas internacionales. Se trata de un destino de las reservas para la promoción productiva y el desarrollo social extendido sin depender del interés por la rentabilidad a toda costa de los capitales externos.

Es importante que la autoridad del BCRA reconozca las restricciones externas de la Argentina, y como hemos destacado en cuantiosas ocasiones, el endeudamiento externo es un gran condicionante de política económica. No solo por la pagado con reservas internacionales, sino por la decisión de retomar el camino del endeudamiento que ya se inició con los organismos internacionales. El flagelo de la deuda es un cáncer a extirpar y no se resuelve cancelando deuda sin previa investigación. Esta semana que pasó, el Senado de Brasil convocó a una audiencia pública con la Auditoría Ciudadana de la Deuda, una iniciativa popular que demanda la investigación de la gigantesca deuda brasileña. La inspiración es la auditoría de deuda organizada en Ecuador y que redujo sustancialmente el endeudamiento de ese país. Investigar la deuda en Argentina sigue siendo una asignatura pendiente.
Asunción, 16 de noviembre de 2013


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