Cambiemos y la deuda

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RedEco

El endeudamiento, con diferentes características (más endeudamiento público o más privado, más endeudamiento interno o más externo) se ha constituido en parte de la estructura de los planes económicos de cada gobierno sin el cual ya es difícil, lamentablemente, pensarnos como sociedad.
Cuando hablamos del endeudamiento no solo hacemos referencia a la deuda que contrae el gobierno nacional, la llamada Deuda Pública de la Administración Central, que según los últimos datos supera los 300.000 millones de dólares. Hay otra deuda cuyo nivel de usura nunca se ha visto en la historia financiera de nuestro país.

Hablamos de la emisión por parte del Banco Central de la República Argentina de los papeles llamados LEBAC (Letras del Banco Central). La deuda por Lebac de corto vencimiento (en general 30-35 días), se renueva casi en su totalidad e incluso se emite nueva deuda todos los meses. El Estado, paga tasas de interés altísimas. Según informaban hoy los diarios económicos, la tasa de interés anual para las Lebac colocadas a corto plazo (las que vencen la próxima semana), superó el 28%. Para las de vencimiento en abril de 2018 llegó a 27,40% y a mayo se mantuvo en 27,35 por ciento.

En su último trabajo el Licenciado Héctor Giuliano, analiza este endeudamiento al que se denomina deuda cuasi-fiscal para diferenciarlo de la deuda pública de la Administración Central.

Allí brinda algunos datos que dan una idea sobre la magnitud de esta deuda:
1- Al 31 de agosto pasado – y según informó en estos días el BCRA – la DEUDA EN LEBAC superó la cifra récord histórica de UN BILLÓN de pesos (unos 60.000 millones de dólares).
2- El monto acumulado de los pasivos por Lebac supera hoy la Base Monetaria – suma de dinero circulante más cuentas corrientes en pesos – que es de 838.400 millones de pesos (48.300 millones de dólares). O sea, que todo el dinero que circula más el que está depositado en cuentas corrientes no alcanza para cubrir la deuda que el Estado tiene por la emisión de estas letras.
3- El BCRA paga solo de intereses por estas Lebac (el capital se renueva en forma prácticamente total) a una tasa promedio del orden del 27 % que significan unos 270.000 millones de pesos por año. Esto significa 740 millones de pesos diarios, cifra similar a los intereses que paga por la Deuda Publica de la Administración Central.

Mega-endeudamiento del Banco Central
Así titula Giuliano su trabajo y define al gobierno de Macri como “un gobierno total y absolutamente deuda-dependiente, es decir, una administración de gobierno sostenida por el capital financiero-bancario a través del aumento sistemático de la Deuda Pública y sus servicios”.

Respecto a las Reservas Internacionales de la Argentina –de 48.900 millones de dólares según datos al 31 de agosto pasado – Giuliano afirma que “no son propias porque no fueron compradas con recursos genuinos del BCRA ni con fondos provenientes de la Tesorería sino con emisiones de Deuda”.

Así detalla el mecanismo de endeudamiento vía Lebac:
a) El BCRA imprime dinero sin respaldo para comprar divisas que pasan a formar parte de las reservas pero luego absorbe ese dinero colocando Lebac entre el grupo de bancos que maneja el negocio de estas letras a través de su carta extorsiva de exigir mayores tasas de interés a cambio de no desplazarse hacia la compra de dólares.
b) El BCRA acepta así pagar tasas de interés altas y crecientes por esas Lebac, que renueva todos los meses y que en los últimos tiempos ha venido aumentando a razón de un punto porcentual promedio cada mes (tomando como referencia la tasa a 30-35 días de plazo): 25.5 % el 15.7, 26.5 % el 15.8 y actualmente más del 27 % en las operaciones que el Banco realiza en el Mercado Secundario.
c) Con los pesos emitidos el BCRA compra dólares en el Mercado y luego es el mismo BCRA el que retira esos pesos del Mercado para contraer la Base Monetaria (menos dinero circulante para contener la inflación).
d) Todo esto significa que el BCRA compra Reservas con Deuda: el stock de las reservas es actualmente superior a los 48.900 millones de dólares pero el stock de letras que sirvieron para comprar dichas reservas equivale a los 60.000 millones de dólares.
e) Con este método de emisión espuria de dinero el BCRA compra dólares en el Mercado, que son divisas que provienen básicamente de dos fuentes: liquidación de exportaciones (en su gran mayoría agropecuarias) e ingresos por desembolsos de Deuda Externa (deuda contraída casi toda por el Estado Central y también – en menor medida – por colocaciones de deudas en el exterior de Provincias y Empresas Privadas).
f) Cuando el gobierno contrae deuda (préstamos de organismos multilaterales de crédito, como el BID, el Banco Mundial y la CAF) la mayoría la destina a cancelar vencimientos renovando íntegramente las obligaciones originales (pago sistemático y total de deudas con nuevas deudas) pero además las divisas que transitoriamente se retienen como reservas del BCRA dan lugar a la emisión de dinero antes citada y esta emisión excedente deriva en su absorción con Lebac, lo que implica que parte de la Deuda Externa del Tesoro termina así dando lugar a una paralela Deuda Interna del BCRA.

Gobernar con deuda
Giuliano, que ha venido desarrollando un estudio permanente sobre el endeudamiento argentino, volcado en trabajos regulares y en libros de su autoría, afirma que la política de Macri es la de gobernar con Deuda. Así aporta el dato de que, a través del BCRA, aumentó el pasivo en Lebac aun más que la deuda pública de la Administración Central: “el saldo de Lebac era de $ 282.100 millones de pesos a fin de 2014, pasó a $ 416.900 millones a fin del 2015, ascendió a $ 698.400 millones a fin de 2016 y actualmente pasa el billón de pesos: $ 1.030.700 millones”.

“Paradójicamente, el mismo presidente que desde que asumió se la pasa pidiendo aumento de las Inversiones Extranjeras Directas (IED) es el mismo que ofrece las mejores tasas alternativas de rentabilidad financiera gracias al negocio de especulación que se administra desde el BCRA y en coordinación con la banca privada”, afirma.

“Con el argumento de contener la Inflación por medio de la suba de las Tasas de Interés el BCRA atrae capitales golondrina que usufructúan el negocio financiero que se alienta y organiza desde el propio Estado y a costa de la usura creciente que pesa así sobre las Finanzas Públicas”, agrega el Licenciado.

Con el alto rendimiento especulativo de las Lebac, el gobierno les garantiza a los capitales financieros internacionales y locales, la obtención de tasas de ganancias en la Argentina que son las más altas del mundo.

Este mecanismo de endeudamiento y de sangría de los dineros públicos lleva a aumentar la deuda y como consecuencia aumentan los fondos destinados a pagar los intereses. Pero además dirige el dinero de inversiones productivas a inversiones especulativas financieras, desvía dinero prestable por parte de los bancos (tanto privados como públicos) como créditos productivos que ven además aumentados sus costos por la suba de la tasa de interés empujada por la de las Lebac.

“Si dejase de pagar a sus acreedores ese diezmo laico de los intereses usurarios que abona corre el riesgo cierto de que los capitales especulativos se desplacen de las letras a los dólares y con ello se tenga que blanquear la Crisis de Deuda existente, con la pérdida consiguiente de estabilidad financiera y política del gobierno”, asegura Héctor Giuliano.

Como metido cada vez más en “la encerrona financiera de una trampa de deuda perpetua – fiscal y cuasi-fiscal” el licenciado dice que el gobierno de Macri “trata de sostener así el altísimo costo que le permita llegar a las elecciones parlamentarias del 22 de octubre sin nuevos desequilibrios cambiarios, pagando para ello las más altas tasas de interés posibles mientras vende a la opinión pública un discurso de expectativas contradicho con las realidades económicas y financieras de la Argentina. Es el costo financiero que el Macrismo está pagando para lograr mejor posicionamiento propio y más alianzas con la partidocracia que le permitan alcanzar las mayorías mínimas que necesita en el Congreso para aprobar los planes de ajuste y reformas estructurales que los acreedores le exigen para poder sostener los servicios crecientes de la Deuda Pública”.


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