La tendencia a la baja de la inflación bajo el gobierno de Javier Milei, supone destacar la devaluación en origen del peso. En diciembre del 2023, un dólar pasó de costar 400 a 800 pesos, colocando el índice de precios para ese mes en 25,5%.
Es el punto de partida de una tendencia a la baja de los precios. Si bien la inflación disminuyó desde ese pico, el descenso se frenó en noviembre de 2024, para oscilar con subas y bajas hasta el 1,5% de mayo. El objetivo a futuro es bajar a menos del 1% mensual y estabilizar ese registro.
A pesar de la baja del índice de precios, se advierte que algunos sectores, como las comunicaciones, la salud y la educación, experimentaron aumentos significativos en mayo, afectando el acceso a derechos esenciales.
En definitiva, todo es producto de una política económica ortodoxa del gobierno, que se basa en una política monetaria restrictiva, la disminución del gasto público social y un control del tipo de cambio, lo que en conjunto deteriora el consumo popular.
De la devaluación a la apreciación cambiaria
El dólar pasó de 400 a 1.100/1.200 pesos en un año y medio de gobierno Milei, mientras que los ingresos populares se retrajeron, sean salarios o jubilaciones, fuente principal del ingreso mayoritario de la sociedad.
Incluso, existe una reducción de los ingresos del empresariado pequeño y mediano asociado al abastecimiento del mercado interno.
Desde el inicio de la gestión Milei se estableció un tipo de cambio que aceleró el alza de los precios. Ese es el punto de partida para explicar una tendencia descendente, desde el 300% anualizado al 43,5% del registro a mayo del 2025.
El precio de la divisa, especialmente del dólar, es un componente muy importante del crecimiento de los precios en la Argentina, por lo que un objetivo primordial de la lógica gubernamental pasa por apreciar la moneda local y sostener una política de control inflacionario, importante para entender el consenso electoral pese al ajuste brutal sobre el gasto social y los ingresos populares.
Con el registro del 1,5% de mayo, el gobierno pretende sostener su restrictiva política económica para doblegar la presión sobre los precios y avanzar en los consensos electorales. El objetivo apunta bajar a menos del 1% mensual hasta acercarse a condiciones normales del orden internacional en materia de precios.
Baja del consumo
Hay un momento deliberado de alza de los precios en diciembre 2023, para una recomposición de precios relativos e intentar la estabilización económica, promoviendo importaciones competitivas con la producción local y bajando la emisión monetaria y el gasto público social.
El fenómeno de caída de los precios está asociado a la baja del consumo popular derivado de caídas en los ingresos de la mayoría social.
Se puede ver en mayo un registro del 1,5%, pero la evolución de los precios de comunicación creció al 4,1%. Se trata de un rubro que involucra telefonía e internet, imprescindibles en nuestro tiempo para trabajos precarizados, caso de los repartidores de plataformas. Las comunicaciones constituyen un instrumento de trabajo fundamental.
Algo similar podemos señalar en materia de salud (2,7%) o educación (1,9%), afectando derechos sociales y afirmando una tendencia a la privatización o mercantilización de derechos sociales.
Por eso, el fenómeno de una tendencia decreciente de los precios tiene base en la fortísima y deliberada devaluación monetaria al inicio de la gestión Milei que impacta en la disminución del consumo popular.
Ajuste monetario, fiscal y cambiario
Laeconomía argentina se asienta en una política monetaria restrictiva, que supone la no emisión monetaria;una política fiscal restrictiva, de disminución del gasto público social, particularmente del gasto en personal, con cerca de 50.000 trabajadores estatales despedidos en un año y medio de gobierno;y una política cambiaria que luego de la devaluación en origen es un control muy fuerte del tipo de cambio.
Argentina, contrario a la mayoría de los países del mundo que promueven devaluaciones sobre el dólar, está generando una política de apreciación monetaria, transformado al país en un territorio caro para el turismo que ingresa al país, al tiempo que favorece el turismo emisivo, de sectores con alta capacidad de ahorro histórico en divisas y que les resulta barato el turismo en el extranjero.
El fenómeno visible es la baja de los precios, pero la esencia está montada en una política ortodoxa, monetaria, fiscal, cambiaria, que deteriora el consumo de la población. Por eso bajan los precios, pero sobre la base de una baja del consumo popular por efecto de ingresos deteriorados, derivados de la políticaoficial.
Más allá del consenso electoral, las políticas combinadas constituyen la base de las crecientes resistencias y desencantos de quienes depositaron confianza en la estrategia libertaria.
Fuente: https://www.perfil.com/noticias/opinion/los-bemoles-de-la-inflacion.phtml