¿Es posible eyectar lo popular? Por Jesus Rivero.

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En términos ideológicos, si. En términos políticos, no.

Popular, etimológicamente significa relativo al pueblo, lo que le gusta al pueblo.

El intento reiterado a través de un revisionismo de eyectar (eliminar) la organización popular tendrá sus efectos, retornara desde otro lugar, de otra forma, desde lo inefable o simbolizado de otra manera.

Pero aquello que no es inscripto, incluido, retornara.

En este sentido, es necesario ir a la letra de la historia para luego conducirnos a nuestra situación particular (contexto nacional). Es decir ir a lo macro para reconducirnos a lo particular, porque los determinantes externos valga la tautología, determinan y constituyen lo interno.

En esta letra de la historia podemos ubicar como referencia la caída del muro de Berlín en el año 1989, el supuesto fin de las ideologías, causando y efectuando la emancipación del sistema capitalista a nivel global. El pasaje del mundo (sistema) bipolar al mundo unipolar. Un mundo unipolar fragmentado con sus consecuentes políticas neoliberales que las vimos reflejadas a nivel particular durante el gobierno de Menem, pero esto se replicaba a nivel global.

También, podemos remontarnos a la crisis del sistema capitalista en los años 1929/30, y la creación del estado benefactor con sus políticas públicas sociales, para solventar las falencias del mismo sistema, las vimos en lo particular a los largo de todo este tiempo, pero esto también se replicó a nivel global. Los diferentes golpes de Estado-cívico-militar, ahora sin intervención militar, golpes jurídicos-institucionales-mediáticos, en donde una de sus herramientas políticas específicas para penetrar en lo popular, en el pueblo, son los medios de comunicación, y la nueva revolución tecnológica en donde se replica el discurso de la corrupción para desestabilizar a los gobiernos populares y así poder desde el Estado, como “forma de organización política”, penetrar, llegar a esos del pueblo y destruir la organización popular.

El Estado, es una “forma de organización política”, un regulador que favorece los  intereses de los sectores más vulnerables (trabajadores), o a los sectores poseedores del gran capital.

En el presente y en lo particular esto es gráfico, un gobierno liberal que favorece los intereses de los sectores del gran capital, nacional y trasnacional. Y, en esta avanzada todo lo que tenga que ver con el pueblo en sentido ideológico es eyectado, no en términos políticos.

A nivel de la política estructural comprenden que necesitan de lo popular “relativo al pueblo” para ganar una elección y para hacer política.

En este sentido, es necesario volver a lo molar para comprender, llegar a lo particular.

En el presente esta en disputa un statu quo, un nuevo orden mundial. Es decir, el punto de capitón esta en juego, en un sistema multipolar.

Nuevamente es necesario ir a la letra de la historia, hacer un revisionismo para llegar al presente. La letra una especie de ordenador de la historia. Y, sin irnos tan lejos para no perdernos, podemos hacer referencia al “fin” de la segunda guerra mundial en 1945 y el desplazamiento de Gran Bretaña entre otros por los Estados Unidos llevando a un mundo unipolar catastrófico en donde estamos reflejados. Ahora, en el presente, ese mundo unipolar no es vigente, fue desplazado por los países (potencias) asiáticas, en donde lo particular (relaciones profundas, extremas del Gobierno de Javier Milei con el Estado de Israel) se ve reflejado en lo molar.

Jesús Rivero, dirigente social (fundador del Frente de Liberación Socialista).

Rosario, Argentina.


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