El marxismo y la concepción materialista e histórica de la sociedad. Apuntes de Ester Kandel.

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          En primer lugar,Carlos Marx y Federico Engels hicieron referencia al tema en el siglo XIX y en el siglo XX, lo continuaron Lenin y Mao,

La mirada estuvo puesta en las relaciones entre los múltiples fenómenos sociales, como las condiciones materiales y espirituales, de las personas independientes de su voluntad como las relaciones de producción, así como la organización de la sociedad a través del Estado y las relaciones jurídicas. También se formularon preguntas ¿qué es lo concreto?, ¿qué es lo abstracto? ¿existe alguna relación entre estos conceptos?, el ser y la conciencia y la existencia de contradicciones en todos los fenómenos.Citaremos varios textos y los /as lectores/as, seguramente profundizarán.   

Federico Engels en el texto Dialéctica de la naturaleza, (Notas y Fragmentos) señaló:[1]

…la llamada dialéctica objetiva, predomina en toda la naturaleza, y la denominada dialéctica subjetiva, el pensamiento dialéctico, no es más que el reflejo del movimiento a través de opuestos que se manifiesta en todas partes, en la naturaleza y que, con el constante conflicto de los contrarios y su paso final del uno al otro, o a formas superiores, determina la vida de la naturaleza

           En el Prólogo al texto, Contribución a la crítica de la economía política[2], en 1857, Marx, señaló:

Mi investigación me llevó a la conclusión de que, tanto las relaciones jurídicas como las formas del Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones materiales de vida, cuyo conjunto resume Hegel, siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del siglo XVIII, bajo el nombre de “sociedad civil” y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política.(…)

El conjunto de las relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.

        Acerca de la aplicación práctica de un concepto y la relación con el contexto, Marx y Engels, lo explicitan en el Prólogo a la edición alemana del Manifiesto Comunista (1848) redactado en 1872[3]:

Por mucho que durante los últimos veinticinco años hayan cambiado las circunstancias, los principios generales desarrollados en este Manifiesto siguen siendo sustancialmente exactos. Sólo tendría que retocarse algún que otro detalle. Ya el propio Manifiesto advierte que la aplicación práctica de estos principios  dependerá en todas partes y en todo tiempo de las circunstancias históricas existentes (…)

        En el discurso ante la tumba de Carlos Marx, (14 de marzo de 1883), Federico Engels, rearfirmó la concepción desarrollada:

Marx descubrió la ley por que se rige el proceso de la historia humana; el hecho, muy sencillo pero que hasta él aparecía soterrado bajo una maraña ideológica, de que antes de dedicarse a la política, a la ciencia, al arte, a la religión, etc., el hombre necesita, por encima de todo, comer, beber, tener dónde habitar y con qué vestirse y que, por tanto, la producción de los medios materiales e inmediatos de, o lo que es lo mismo, el grado de progreso económico de cada pueblo o de cada época, es la base sobre la que luego se desarrollan las instituciones del Estado, las concepciones jurídicas, el arte e incluso las ideas religiosas de los hombre de ese pueblo o de esa época y de la que, por consiguiente, hay que partir para explicarse todo esto y no al revés, como hasta Marx se venía haciendo.

El otro concepto que reafirmó fue el descubrimiento de la plusvalía.  Destacó su aspecto revolucionario como objetivo central de su vida, cooperar de “un modo o de otro al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones del Estado creadas por ella (…)”

Finaliza su discurso señalando que Marx fue el hombre más odiado y más calumniado de su tiempo pero también muere venerado, amado, llorado por millones de obreros revolucionarios como él, sembrados por todo el orbe.

          La noción de conflicto

          En 1890 Engels le escribe a J. Blosch, entre otros temas, hace referencia a la historia:

…la historia se hace ella misma de tal modo que el resultado final proviene siempre del conflicto entre gran número de voluntades individuales, cada una de las cuales está hecha, a su vez, por un cúmulo de condiciones particulares de existencia.

       En la correspondencia a Konrad Shmitd (economista) e l 27 de octubre de 1890, analiza la interacción del movimiento económico y el político:

Es la interacción de dos fuerzas desiguales: por una parte, el movimiento económico, por la otra el nuevo poder político que aspira a la mayor independencia posible que, una vez establecido, tiene también él, movimiento económico, se abre camino, pero también debe sufrir reacciones del movimiento político que estableció, que tiene él mismo relativa independencia del poder estatal, por una parte y por otra, de la oposición simultáneamente engendrada.

Continuando con esta reflexión señala tres tipos de reacción del poder estatal y de las reacciones ideológicas, que interjuegan en la realidad. Debatiendo con las expresiones dominantes, señala:

Lo que les falta a esos señores es dialéctica. Nunca ven otra cosa que causa por aquí y efecto por allá. Que esto es una abstracción vacía, que tales opuestos polares metafísicos existen únicamente en el mundo real durante las crisis, en tanto que todo el vasto proceso se produce en forma de interacción (si bien de fuerzas muy desiguales, siendo con mucho movimiento económico el más fuerte, el más elemental y decisivo) y que todo es relativo y nada absoluto; esto nunca terminan de verlo: Parta ellos Hegel nunca existió.

           Vladimir I. Lenin

           En su vasta producción refleja la concepción materialista dialéctica e histórica, partiendo de un estudio profundo de las obras de Marx y Engels, de la historia de Rusia, su situación internacional, lo cual le permitió encabezar la organización de la revolución bolchevique, para comenzar abordar las urgencias del pueblo. Sobre el tema que nos ocupa, es citado por Mao.

           Sobre la práctica

          Sobre la relación entre el conocimiento y la práctica, entre el saber y el hacer

          Mao Tsetung[4] en julio de 1937, indaga distintos aspectos de la práctica social, desde la vida cotidiana, los pasos en el acceso al conocimiento y la práctica revolucionaria.

La práctica social del hombre no se reduce a su actividad en la producción, sino que tiene muchas otras formas: la lucha de clases, la vida política, las actividades científicas y artísticas; en resumen, el hombre como ser social, participa en todos los dominios de la vida práctica de la sociedad.

Síntesis sobre la relación entre el conocimiento y la práctica, entre el saber y el hacer

Descubrir la verdad a través de la práctica y nuevamente a través de la práctica, comprobarla y desarrollarla. Partir del conocimiento sensorial y desarrollarlo activamente convirtiéndolo en conocimiento racional; luego partir del conocimiento racional y guiar activamente la práctica revolucionaria para transformar el mundo subjetivo y el mundo objetivo.

          Sobre la contradicción[5]agosto de 1937

         En el texto aborda estos aspectos:

  • La ley de la contradicción.
  • La universalidad de la contradicción.
  • La particularidad de la contradicción.
  • Contradicción principal y el aspecto principal de la contradicción.
  • El papel del antagonismo en la contradicción.

         La ley de la contradicción en las cosas, es decir, la ley de la unidad de los contrarios, es la ley fundamental de la dialéctica materialista. Lenin dijo: “La dialéctica, en sentido estricto, es el estudio de la contradicción en la esencia misma de los objetos (…) “la dialéctica es la doctrina de cómo los contrarios pueden ser y cómo suelen ser (cómo devienen) idénticos,- en qué condiciones suelen ser idénticos, convirtiéndose el uno en el otro, – porque el entendimiento humano no debe considerar estos contrarios como muertos, petrificados, sino como vivos, condicionales, móviles y que se convierten el uno en el otro”.

         Mao señala que esta concepción se opone a la concepción metafísica del mundo, así como los aspectos dogmáticos, opuesto a los principios fundamentales del marxismo-leninismo y perjudicial para nuestra tarea revolucionarias. Concluyendo:

  • La contradicción existe en todos los procesos de las cosas objetivas y del pensamiento subjetivo.
  • La recorre desde el comienzo hasta el fin, esto constituye la universalidad do carácter absoluto de la contradicción.
  • Cada contradicción y cada uno de sus dos aspectos tienen sus respectivas características, esto constituye la particularidad o relatividad de la contradicción.
  • Sobre la base de determinadas condiciones, entre cosas contrarias existe identidad y por lo tanto, ambas pueden coexistir en un todo único y transformarse la una en la otra, esto también constituye la particularidad de la contradicción.
  • Distinguir entre la contradicción principal y las contradicciones no principales, así como entre el aspecto principal y las contradicciones no principales.
  • La lucha de los contrarios es ininterrumpida y está presente tanto cuando los contrarios coexisten como cuando se transforman el uno en el otro.

      Espero que estos apuntes sirvan para estudiar y profundizar el tema y fundamentalmente como herramienta para transformar la realidad, tan compleja.

                                                                  8 de septiembre de 2023

  • Ester Kandel: Magister de la UBA en Ciencias Sociales del Trabajo.

[1] Engels, Federico, Dialéctica de la naturaleza – Editorial Cartago

[2] Marx, Carlos, Contribución a la crítica de la economía política, Editorial Polémica, 1974.

[3] Digitalizado para Marx-Engels Internet por José F. Polanco en 1998. Retranscrito para el Marxist Internet Archive por Juan R. Fajardo en 1999.

[4] Mao Tsetung, Sobre la práctica, T.1, Ediciones en Lenguas extranjeras, Pekín 1971.

[5] Mao Tsetung, Sobre la contradicción, T.1, Ediciones en Lenguas extranjeras, Pekín 1971.


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