Investigadoras e investigadores repudiamos la campaña racista hacia el pueblo Mapuche.

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Muy importante este pronunciamiento, ya que para la fuerte manipulación de la realidad de la región, el poder concentrado ha utilizado a académicos inescrupulosos que no han dudado de ponerse al servicio de la mentira y el agravio. Alentamos a sumarse al pronunciamiento en el enlace que figura al pié… a continuación el comunicado emitido hoy.

24 de Febrero del 2023

INVESTIGADORES e INVESTIGADORAS REPUDIAMOS LA CAMPAÑA RACISTA HACIA EL PUEBLO MAPUCHE

Investigadoras e investigadores pertenecientes a diferentes universidades (argentinas y extranjeras) y de centros del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) denunciamos y repudiamos la campaña estigmatizante y racista que se viene produciendo día a día hacia el pueblo originario Mapuche. Además de desconocer y vulnerar la legislación existente y los tratados internacionales que reconocen derechos particulares a los pueblos indígenas, estos discursos promueven y replican todo tipo de falacias y tergiversaciones mediante la recuperación de trabajos que carecen de rigurosidad científica, o bien de entrevistas a personas que no son especialistas en el tema.

Sugestivamente, los mismos han cobrado mayor difusión por parte de diversos sectores políticos, funcionarios públicos y medios de comunicación en plena campaña electoral, en el contexto de la mesa de diálogo abierta en San Carlos de Bariloche y del relevamiento en cumplimiento de la Ley nacional N° 26.160 de “Emergencia territorial indígena” en la provincia de Mendoza. Como especialistas en estas temáticas, nos vemos en la obligación de responder a las falacias que buscan generar sentimientos de odio y racismo en vastos sectores de la población. En primer lugar, es incorrecto y sesgado clasificar mediante categorías nacionales a los pueblos originarios, dado que dichas categorías niegan su ancestralidad y preexistencia a los Estados. Numerosas investigaciones arqueológicas demuestran la presencia milenaria de pueblos indígenas localizados a ambos lados de la cordillera de los Andes, y evidencian procesos complejos de interacción social de larga data.

Asimismo, los estudios histórico-antropológicos han puesto de manifiesto que la cordillera de los Andes se erigió como frontera varias décadas después de la constitución de los Estados nacionales. En segundo lugar, otra de las confusiones ampliamente difundidas consiste en considerar a la identidad mapuche como excluyente desconociendo, de este modo, que diversas parcialidades indígenas (entre las que se incluyen los puelches, los pehuenches, los chiquillanes y los huiliches), así como diversas adscripciones territoriales y parentales, fueron integrándose bajo la denominación mapuche (como una identidad englobante) a lo largo del tiempo, sin que necesariamente se eliminen las otras formas de identificación.

Tal como han demostrado investigaciones antropológicas e históricas actualizadas, en el sur de Mendoza coexisten identificaciones mapuches, mapuche pehuenches y pehuenches y, entre ellas, la mapuche es la más generalizada. Las lecturas extremadamente simplistas que se han difundido recientemente conciben a los pueblos originarios y a sus formas organizativas como si fueran entidades estáticas y fijas. Desde la década del sesenta, sin embargo, las investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades han demostrado que las identidades se conforman en términos procesuales y relacionales —es decir, que se definen en la interrelación con “otros”—.

Al desconocer que el pueblo mapuche se ha ido conformando como una identidad abarcativa, que agrupa a las parcialidades arriba mencionadas, dichas lecturas simplistas carecen de validez científica. Precisamente, al ignorar la complejidad de los procesos de gran profundidad temporal, así como las relaciones entre distintos pueblos y parcialidades indígenas, solo consideran la supuesta “invasión” en sentido Oeste-Este como única forma de explicar el cambio cultural.

Para finalizar, repudiamos y denunciamos la gravedad de atribuir ciertos rasgos del comportamiento de un pueblo (como la violencia) a factores biológicos o genéticos. Esta aseveración no solo no responde a ningún estándar de rigurosidad científica, sino que, además, tiende a construir diferencias sociales y culturales a partir de supuestas diferencias inmanentes e inmutables. Este tipo de razonamientos pseudocientíficos promueve discursos supremacistas que ya han demostrado su peligrosidad a lo largo de la historia. Tales razonamientos, además, se contraponen al marco jurídico nacional e internacional vigente sobre los derechos de los pueblos originarios (entre cuyas normativas se encuentra el art. 75 inc. 17 de la Constitución Nacional, las Constituciones provinciales, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas y la Declaración Americana de Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de Estados Americanos).

Como miembros de la comunidad científica instamos a la opinión pública en general, a los medios masivos de comunicación y a los funcionarios involucrados a abordar la temática con la complejidad y responsabilidad que se merece, acorde con los avances científicos de las últimas décadas. Reclamamos, asimismo, que los derechos de los pueblos indígenas, que nuestro país ha reconocido y legislado, se hagan efectivos.

Cátedra Antropología Social y Cultural. Universidad Nacional de Cuyo (FCPyS, carreras Sociología y Trabajo Social).

Cátedra Antropología Sociocultural I. Universidad Nacional de La Plata (FCNyM).

Cátedra Etnografía de Grupos Indígenas. Universidad Nacional de Córdoba (Departamento de Antropología. Facultad de Filosofía y Humanidades).

Cátedra Extensión Rural Asentamiento Universitario San Martín de los Andes. Universidad Nacional del Comahue.

Cátedra Historia Americana General Precolombina. Universidad Nacional de Mar del Plata.

Cátedra Libre de Pueblos Originarios. Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Centro de Estudios Aplicados a Problemáticas Socioculturales (CEAPROS). Universidad Nacional de Rosario.

Centro de Estudios de Lenguas y Literaturas Patagónicas y Andinas (CELLPA). Universidad Nacional de la Patagonia.

Colectivo Interdisciplinario e Intercultural de los Valles Altos Catamarqueños (CIIVAC). Universidad Nacional de Tucumán; Universidad Nacional de Catamarca; Universidad Nacional de Córdoba.

Equipo Antropología de la Religión (EAR). Universidad de Buenos Aires (Sección Etnología, Instituto de Ciencias Antropológicas).

Equipo de Antropología del Cuerpo y la Performance. Universidad de Buenos Aires (Instituto de Ciencias Antropológicas).

Equipo de Antropología de la Cultura y el Patrimonio (EACUP). Universidad de Buenos Aires (Sección de Antropología Social, Instituto de Ciencias Antropológicas)

Equipo de Diego Escolar. Universidad Nacional de Cuyo (Investigador Principal del CONICET-CASLEO y Prof. Titular en la Facultad de Ciencias Políticos y Sociales).

Equipo Niñez Plural Universidad de Buenos Aires (ICA, FFyL). Universidad Nacional de La Plata (FTS)- CONICET.

Equipo Proyecto (PICT 2020-1140): Tecnologías de Gobierno, Prácticas y Actores Sociales en la Producción y Aplicación de Regulaciones. Universidad Nacional de Río Negro (IIDYPCA-CONICET).

Equipo Proyecto UBACyT “Antropología histórica de las relaciones entre comunidades indígenas y campesinas, mediadores y estados, entre fines de la colonia y la actualidad”. Universidad de Buenos Aires (Instituto de Ciencias Antropológicas).

Grupo de Estudios sobre Memorias Alterizadas y Subordinadas (GEMAS). Universidad Nacional de Río Negro, Universidad de Buenos Aires, Universidad de Córdoba, Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Universidad Nacional San Juan Bosco.

Grupo Estudios de la Frontera Sur. Universidad de Buenos Aires (Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras).

Grupo de Arqueologia y Antropologia. Instituto de Diversidad y Evolución Austral (IDEAus-CONICET)

Grupo de Arqueología del Río Salado Bonaerense (Instituto de Arqueología, FFyL, UBA)

Instituto de Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires

Instituto Interdisciplinario Puneño. Universidad Nacional de Catamarca.

Laboratorio de Arqueología Regional Bonaerense (LARBO). Universidad Nacional de Mar del Plata.

Laboratorio de Investigaciones en Antropología Social (LIAS). Universidad Nacional de La Plata (Facultad de Ciencias Naturales y Museo).

Núcleo de Estudios de Cosmopolítica y Persona. Universidad Nacional de San Martín.

Núcleo de Etnografía Amerindia (NuEtAm). Universidad de Buenos Aires (Instituto de Ciencias Antropológicas, Sección Etnología).

Programa de Arqueología Histórica y Estudios Pluridisciplinarios (ProArHEP) del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Luján (UNLu).

Programa de investigación “Estudios histórico-antropológicos sobre dinámicas territoriales en Córdoba”, radicado en el Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad CIECS- CONICET/UNC (Dirigido por la Dra. Magali Paz)

Programa Etnicidades y Territorios en redefinición. Universidad de Buenos Aires (ICA-FFyL) – Asignaturas Antropología Sistemática II (Antropología Económica) y Seminario de Antropología Social: Antropología Rural del Dto. de Cs. Antropológicas (FFyL).

Programa Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina. CIEA/UNTREF .

Proyecto “Arqueología e Historia de los Pueblos Originarios del Área de Los Antiguos (Santa Cruz) – Patagonia”. Universidad de Buenos Aires (FFyL, Instituto de Arqueología).

Red de Información y Discusión sobre Arqueología y Patrimonio (RIDAP). Red latinoamericana que incluye diversas universidades.

Red de Investigadorxs en Genocidio y Política Indígena en Argentina (RIGPI).

Grupo de Estudios Sociohistóricos, Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH), CONICET CENPAT

Para adherir al comunicado: https://forms.gle/HkWFz1P9hVfoLCne6


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