Ese es el principal problema del movimiento popular a mediados del 2015, en un escenario de conflicto social desplegado, sea el paro por 25 días que impulsaron los aceiteros, o los parciales de docentes universitarios, bancarios u otros gremios a propósito de las paritarias, como la convocatoria a paro general del 9 de junio. El problema no es la ausencia de lucha, sino de alternativa política popular.
Además de las luchas de las/os trabajadoras/es, coexisten varias campañas en simultáneo, sea contra la ley de semillas, contra el femicidio, contra Monsanto o el glifosato; contra la mega minería o el fracking e incluso una conferencia Internacional sobre la deuda, los bienes comunes y la dominación.
La coyuntura nos devuelve un escenario de luchas específicas, reivindicativas, democráticas, e incluso que esbozan un proyecto de modelo productivo y de desarrollo alternativo, pero con insuficientes articulaciones en una perspectiva más general de disputa de poder.
La crisis del capitalismo mundial y sus manifestaciones en la Argentina auguran un escenario de mayor penuria para los sectores de menores ingresos, la mayoría de la población. El futuro cercano no trae buenas noticias para el movimiento popular si no se es capaz de organizar un proyecto alternativo. Los ensayos en construcción necesitan ser discutimos para construir una iniciativa política integradora de las fuerzas sociales y políticas que diputan o pretenden disputar el poder a las clases dominantes.
Ese es nuestro inmediato desafío y puede contribuir en ese sentido la reunión final de la Conferencia Internacional sobre la deuda el próximo viernes 5/6.
Allí pretendemos discutir una CAMPAÑA POPULAR que pueda tender lazos con todas las campañas y propuestas alternativas que hoy construye el movimiento popular. En primer lugar lo haremos desde la CTA Autónoma que se define CLASISTA, ANTICAPITALISTA Y ANTIIMPERIALISTA.
No es un dato menor, porque elude toda confianza en el posibilismo de variadas propuestas en nuestro campo, en la ilusión de mayor reformismo al esgrimido desde el oficialismo gobernante o incluso de propuestas que se ubican en la centro-izquierda de la disputa política.