A 100 años de la Primer Revolución Socialista en el Mundo Repensar, la liberación de las mujeres – Parte 1

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Ester Kandel

Desde la Revolución Francesa, el reclamo por la participación de las mujeres fue cobrando fuerza, primero con las propuestas sufragistas, luego las laborales y durante la mayor parte del siglo XX, el debate por la liberación social, ocupó un lugar importante. Liberación, emancipación, socialismo son palabras claves que resonaron durante el último siglo. Durante un período, tuvieron, un cauce positivo, en la lucha por transformar el tipo de producción, basada en la apropiación individual.

Con el término repensar, aplicado a la liberación de las mujeres, aludo a la necesidad de reflexionar, en la actualidad, partiendo de los planteos y propuestas, de los primeros años de la revolución rusa, sus logros y obstáculos.

Cuando analizamos los acontecimientos de la primera revolución socialista en el mundo, su particularidad y repercusión, citamos al historiador inglés Eric Hobsbawm:

“Fue la revolución rusa- o, más exactamente, la revolución bolchevique – de octubre de 1917 la que lanzó esa señal al mundo, convirtiéndose así en un acontecimiento tan crucial para la historia de este siglo como lo fuera la revolución francesa de 1789 para el devenir del siglo XIX.

Las repercusiones de la revolución de octubre fueron mucho más profundas y generales que las de la revolución francesa, pues si bien es cierto que las ideas de ésta siguen vivas cuando ya ha desparecido el bolchevismo, las consecuencias prácticas de los sucesos de 1917 fueron mayores y perdurables que las de 1789. La revolución de octubre originó el movimiento revolucionario de mayor alcance que ha conocido la historia moderna. Su expansión no tiene parangón desde la conquista del Islam en su primer siglo de existencia.”

Cuando los bolcheviques hablaban de liberación de la mujer, sostenían que sólo puede realizarse con una transformación radical de la vida cotidiana. La emancipación de las mujeres, darles la oportunidad de criar y educar a sus hijos, compaginando la maternidad con la labor social.

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