Las jornadas “Territorio y Maldesarrollo: Energía, extractivismo y alternativas desde los pueblos en Argentina y Chile”, en las que participaron más de cincuenta organizaciones, activistas e investigadores/as, fueron organizadas conjuntamente por la Fundación Rosa Luxemburgo (FRL), el Observatorio Petrolero Sur (OPSur, de Argentina) y el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA, de Chile), con el objetivo de acercarse a las comunidades afectadas, y enriquecer perspectivas con la mirada de los actores locales. También se buscó profundizar el debate entre militantes y activistas sobre las proyecciones del accionar gubernamental y empresarial en torno a la energía, y reflexionar sobre las posibles vías de transición.
La actividad incluyó talleres en Fiske Menuco (Gral. Roca), recorridas por diferentes explotaciones petroleras de Río Negro y Neuquén, y un debate público “Pensar la energía desde América Latina: alternativas y resistencias al avance extractivista”, que indagó sobre las características comunes de los escenarios energéticos de América Latina, sus proyecciones actuales y las resistencias construidas.
Elisangela Soldatelli, de la Fundación Rosa Luxemburgo, evaluó muy positivamente las actividades: “fue un importante momento de formación y reflexión crítica”, sostuvo. Por otro lado, señaló que “fue muy impactante visualizar la dimensión de los proyectos de explotación de petróleo y gás en Neuquén y Río Negro y sus impactos negativos sobre el ambiente y las comunidades, con evidente violación de derechos – por parte de los Estados y de las empresas involucradas – del Pueblo Mapuche y de los pequeños productores frutícolas”.
El taller comenzó el jueves 31 con un panel que vinculó energía y extractivismo a cada lado de la cordillera. Allí Lucio Cuenca, de OLCA, y Hernán Scandizzo, de OPSur, explicaron las particularidades energéticas de cada país y cómo se profundizan matrices poco democráticas, contaminantes y sucias, legitimándose como alternativas ambientalmente sustentables.
Por la tarde, se realizó una recorrida por la zona productiva de Allen, localidad reconocida como la Capital Nacional de la Pera, en la que desde hace cuatro años se multiplican las perforaciones y el uso del fracking sobre reservorios de tight gas, por lo que la producción frutihortícola está en riesgo. Organizaciones, docentes y productores de la localidad contaron cómo viven los impactos del avance de estos proyectos sobre su territorio.
En la ciudad de Neuquén se realizó el debate público “Pensar la energía desde América Latina: alternativas y resistencias al avance extractivista”, el que buscó indagar sobre las características comunes de los escenarios energéticos de América Latina, sus proyecciones actuales y las resistencias construidas; profundizar el debate entre militantes y activistas sobre las proyecciones del accionar gubernamental y empresarial en torno a la energía; y reflexionar sobre las posibles vías de transición energética. Expusieron referentes de Colombia, Brasil, Uruguay y Chile.
El viernes por la mañana, se realizó un mapeo colectivo sobre los proyectos energéticos y extractivistas del sur de Chile y Argentina, con el objetivo de mirar el territorio para comprender cómo opera la lógica de la energía y sus infraestructuras asociadas, así como para analizar las estrategias que se despliegan para legitimarla. Junto al colectivo Iconoclasistas, que coordinó ese momento, se plasmaron algunas de las alternativas que se constatan o que se sueñan en la región. Mapeamos la situación energética para construir alternativas al modelo extractivo, y una línea de tiempo de los conflictos relacionados con la energía en estos pueblos.
Más tarde, se debatieron posibles articulaciones y propuestas entre las organizaciones para torcer el rumbo energético y extractivo. Al finalizar, todxs lxs participantes se concentraron en el centro de Fiske Menuco, para marchar, convocados por el reclamo de aparición con vida de Santiago Maldonado, a un mes de su desaparición.
El día sábado, el grupo viajó a Añelo, a unos 140 kilómetros de Fiske Menuco. Esta ciudad es considerada la “capital nacional de shale”, y es importante tener en cuenta que para este tipo de extracción, es necesario el uso de nuevas tecnologías asociadas a la inyección de agua alta presión y arenas especiales que posibilitan que los hidrocarburos lleguen a la superficie. Allí se discutió qué tipo de desarrollo traen estos megaproyectos y qué está pasando en la localidad que en la era del fracking ya duplicó su población. Hoy se calcula que tiene seis mil habitantes y algunas proyecciones oficiales sostienen que tendrá 41 mil en 2019.
Por la tarde, lxs participantes llevaron su apoyo a la comunidad Campo Maripe, cuyo territorio está comprendido por el área hidrocarburífera Loma Campana, en la cual se desarrolló la primera explotación de shale de Latinoamérica. Está explotación se enmarca en el acuerdo entre YPF y Chevron, que fue avalado mediante una ley provincial sancionada mientras se mantenía una brutal represión fuera de la Legislatura, hace cuatro años.
La actividad en la comunidad contó con la presencia de numerosas autoridades mapuche, además del diputado provincial del Frente de Izquierda y los Trabajadores, Raúl Godoy, y Rodrigo Barreiro, el docente baleado durante la represión.. También participaron sindicatos docentes, la Pastoral de Migraciones, entre otras organizaciones que se solidarizaron con el Pueblo Mapuche ante la campaña de criminalización que se acentuó en las últimas semanas. El día domingo, junto a compañerxs de sindicatos y organizaciones que trabajan temas sindicales que participaron del encuentro, se realizó una visita a la fábrica recuperada Zanón, la primera fábrica recuperada de la Argentina, emblema internacional de la gestión obrera como salida a la crisis capitalista. Trabajadores de la fábrica contaron la historia y coyuntura actual de la organización, y se realizó una recorrida para conocer todo el proceso de producción. Luego se llevó la solidaridad a trabajadorxs de MAM (Maderas al Mundo), quienes se encuentran resistiendo dentro de la fábrica, luego de llegar un día a trabajar, y encontrarse con la puerta de la fábrica cerrada, con e la mitad de los empleados despedidos, y la otra mitad suspendidos por un mes sin goce de sueldo.