Por Nicolas Corman, estudiante francés licenciado en ciencias políticas y derecho público.
La coyuntura actual de la Crisis Mundial y del golpe de Estado en Honduras
En relación a la crisis mundial, existen numerosos testimonios de convencidos teóricos del capitalismo que confirmaron el colapso autónomo de la sociedad capitalista, anunciado por Marx en sus análisis sobre las crisis. Una prueba de este colapso son los pedidos de presupuestos públicos o planes de rescates estatales para salvar las empresas a la vez responsables y victimas de la crisis actual. Desde siempre, descartaron cualquier tipo de esquema de participación del Estado en la economía y de repente se encuentran en frente de un menester inevitable de recurrir a ello. Es importante utilizar los términos adecuados al darse cuenta de los medios usados para salvar multinacionales manejadas por gente multimillonaria y los medios no-usados para salvar a los “multi-millones” de personas con hambre.
El colmo es que los grupos que apoyaron y lucharon por conservar un modelo de Estado-providencia se ven expropiados de las ventajas y derechos de este modelo en beneficio de grupos que lucharon en contra.
El Estado-providencia, recurrente en cada democracia desde fines de la revolución industrial, otorga al Estado, facultades de protección social que incluyen los sectores de salud, educación, vivienda. En otras palabras, el Estado es responsable del manejo de las “necesidades básicas” como lo teoriza Galtung.
Sin embargo, para sostener el disfraz de una primera etapa de caída del capitalismo, se sirvieron de presupuestos Estatales que hubieran podido y debido servir en lo referente a estas necesidades básicas. Lo lamentable es que la historia se repite, ya lo dijo Marx “aquel que no conoce a la historia esta condenado a repetirla”.
El cine, el periodismo alternativo y algunos intelectuales empezaron a difundir y mediatizar esa historia económica desde entonces poco conocida . Entre los países que ayudaron a bancos y empresas en bancarrota se encuentran los mismos países que contrajeron deudas con instituciones internacionales que manejaron la globalización, como el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial. Ayuda que no recobro parte de las deudas nacionales porque no fue dada a las instituciones internacionales sino a grupos privados que actúan en absoluta complicidad con esas instituciones. Ahí va una estafa más de la estrategia del desarrollo de la economía capitalista manejada por unas reducidas “elites”.
Cada vez que la pelea involucra más poderosas elites gracias a la mundialización, la posibilidad del establecimiento de otros modelos se vuelve más difícil.
Este aniquilamiento de la esperanza es un fenómeno internacional que no afecta solo a Argentina. En el 2007, la izquierda francesa fue perjudicada y perdió mucha legitimidad y desde el 2006 en México el movimiento Zapatista quedó débil frente a una derecha sólida. Se ilustra en el caso Honduras que el manejo de las masas no es la única coordenada en esta transformación global. Zelaya, presidente inicialmente derechista que se desplazó hacía la izquierda hasta entrar en los países del ALBA fue depuesto este año militarmente a favor de la derecha. “La psicología de las masas” o el manejo de la opinión pública a través de la demagogia no es un concepto nuevo, fue lo más a menudo usado por regímenes de terror y mano dura como el régimen nazi, Pinochet en Chile, Franco en España, el general Boulanger en Francia.
La estrategia es el engaño, convencer y reclutar gente hasta tener suficiente peso para poder establecerse. En el caso Honduras, la duda que reinaba sobre la popularidad de Zelaya motivó a los militares apoyados por la iglesia y corporaciones a decidir el golpe de Estado.
Por otra parte, la implicación que tuvo Estados Unidos en el golpe no es clara y la decisión diplomática de Obama en contra menos. Hay que saber que en Nicaragua, el papel de la CIA apoyando a los Contras era secreto y se descubrió a posteriori.
Como no cabe duda que Estados Unidos esté relacionado con el ejército hondureño por haberlos formado, Obama no puede quedarse en un consenso flojo como lo que representa su posición políticamente correcta de respeto a la democracia. El problema se encuentra más allá de la esfera diplomática. Estados Unidos no va a actuar concretamente frente a la implantación de un gobierno a favor de sus corporaciones y además esta restringido por el principio internacional de no-injerencia acorde a sus intereses. El ALBA asusta al sistema capitalista que usa medios de lucha cada vez más bajos, demostrando un cierto pánico. La demagogia de la mundialización induce a que la gente entienda que para que su país avanzara, tiene que votar por entidades involucradas en ella como las corporaciones de derecha vinculadas con los grandes comercios del país. La situación actual de crisis y malestar hace que la gente prefiera el progresismo de derecha como en Francia o de Izquierda, mientras haya movimientos. Por eso, las campañas Kirchneristas tuvieron éxito pero con esas últimas elecciones la supuestamente política progresista Kirchnerista pasará a estar más que nada al servicio del interés privado.
Argentina en la crisis mundial: una proposición de organización para el 2011
Es importante basarse en un contexto de pérdida de una cierta izquierda a favor de la derecha. La izquierda Argentina sea lo que sea, posee aun los medios para actuar por estar en el poder y tiene menos de dos años para organizarse. Existen soluciones para poder armar un proyecto que pueda unir y movilizar al pueblo hacía el 2011. Por un lado, hablaré de la necesidad de unión de la izquierda para demostrar que el progresismo de izquierda puede funcionar, que puede hacer avanzar al país no solo en términos sociales sino en términos de crecimiento, eje principal de las políticas mundialistas. Las políticas de globalización actuales basadas en el capitalismo extremo no son las únicas para el desarrollo y apertura al mundo.
La globalización cultural enriquece mientras la globalización económica empobrece y endeuda. El discurso, la comunicación, la lucha contra la ignorancia son imperativos y aún débiles frente a los que la manejan. Una relación más directa y transparente entre el campo popular y el mundo político es necesaria.
El partido socialista francés desarrollo mecanismos de democracia participativa bajo formas de consultas al pueblo y debates que tuvieron mucho éxito. Sería conveniente el uso más frecuente del referéndum para que el pueblo se sienta concernido y escuchado. La concertación es fundamental para crear empatía y una deliberación conjunta. El desarrollo de los medios de comunicación hace de la información una herramienta eficiente en lucha contra la ignorancia. Por lo tanto, hay que saber usarla y sobre todo ubicarla en medio del caos de informaciones que aportan los nuevos medios y así lograr el éxito de tal enriquecimiento de conciencia. Las elecciones europeas por ejemplo crearon la paradoja de que mientras la derecha ganó la mayoría, el total de los votos de izquierda representó más que el total de los de la derecha. En ello radica el gran problema y a la vez la gran fuerza de la izquierda, es decir el paralelo entre su división y su diversidad. Pero hay que darse cuenta que la unión es fundamental. Argentina no tiene que cometer el mismo error que Francia dando lugar a uno de los peores gobiernos de la historia de la quinta república francesa altamente comparable al famoso régimen vecino nuestro, de Berlusconi. Es cierto que fusionar la izquierda no correspondería ni a su tradición ni a la voluntad de sus dirigentes. No parece entonces alcanzable, tampoco deseable crear una unión como lo que se puede ver en la derecha. Sin embargo, constituir una federación, como se hizo en Francia antaño con la primera época de François Mitterand en su época pre-1981, dejaría conciliar pluralismo, cooperación y diálogo permitiendo establecer un proyecto común. Así, esa diversidad representaría una ventaja y no un hándicap. Esta unión federativa dará peso a cada partido según representación popular en la asamblea reflejando la realidad de las fuerzas asociadas. La federación representaría dicha estrategia de reagrupación para el 2011. Su estructura federal tendría obviamente que organizarse colectivamente pero se podría empezar con la organización de distintas formaciones según los dominios (economía, vivienda, educación, medio ambiente, trabajo etc.) y cada formación tendría la debida ponderación ya enunciada de los miembros de cada partido. Como si fuera un solo partido, las decisiones elaboradas antes colectivamente se tomaran con votos de la mayoría. Los adherentes de cada partido pasaran a formar parte de hecho de la federación que contara además con la posibilidad de afiliación directa para concretizar la existencia de la nueva entidad. El presidente podrá ser elegido por los miembros de la federación o sea por cada partido. No es un proyecto fácil de poner en marcha debido al orgullo y posiciones de cada partido pero la victoria de la izquierda para el 2011 no debería estar condicionada a un patriotismo o chauvinismo de partido. La ideología no debería imposibilitar la estrategia para avanzar dejando de lado a la nación. Si tal formación no se concreta por alguna razón, es importante por lo menos crear un sistema de cooperación y de colaboración reforzada. La unificación no se debe dar únicamente del lado político sino del lado popular también. El pueblo Argentino debe repensar el sentimiento de resignación que lo rodea. La nación puede seguir decidiendo por su país. Si hay un lugar donde aún existe una verdadera conciencia social y donde se puede armar un sistema distinto, adaptado a esa conciencia es por seguro América Latina. Los latinos americanos pueden lanzar y llevar esa nueva revolución social que ya empezó especialmente con las nuevas teorías post-modernistas. No hay que olvidar que Argentina fue uno de los países más ricos y autónomos del mundo a principios del siglo XX. Esta riqueza permanece. Si no lo es hoy, es debido al manejo de la misma.
Cuando Francia lo hizo en 1789, durante un periodo de crisis como ahora, fue seguida por el mundo entero. El equilibrio social empezó con la burguesía frente a la aristocracia en nuestro país y tendría ahora que extenderse para incluir otras clases.
Podemos concluir tomando el ejemplo catártico de la Biblia, que compara la sociedad con el cuerpo, usando la metáfora de la célula.
Un cuerpo no puede funcionar si se confunden las células. Cada célula está compuesta de moléculas que trabajan por el funcionamiento de esta y esta célula respetando cada parte del cuerpo lo hace funcionar. La Biblia misma propone este esquema aplicándolo a la sociedad. Nos indica la importancia del organizarse de manera comunitaria. Tampoco implica la imposibilidad en ellas a una cierta apertura para no caer en dinámicas segregacionistas. Lo importante es encontrar un equilibrio para llegar de manera intrínseca a una relativa armonía.
“Dividir para reinar mejor” enunciado por Machiavel (El príncipe (1513)), constituyó otra fuente en la historia de la demagogia y del engaño político. De un extremo al otro, La transcendencia del poder siempre supo encontrarse con los medios ad hoc para manejar las masas dividiéndolas o juntándolas. Acá se puede notar que las reacciones populares siempre fueron opuestas y si llegan al extremo, no habría que preguntarse el porqué, bastaría mirar alrededor. La unión hizo la fuerza durante siglos y de repente es la división que arriesga romper un eslabón en la cadena capitalista. El peligro de la globalización es la unificación implicando el dictat de la cultura única y la perdida de ricas diversidades culturales. Sistema que implica una integración sin la cual la marginación es inevitable. Durkheim lo teoriza claramente en el suicido (Con su reflexión sobre el estado de anomia, etapa intermediaria en el proceso psicológico que lleva al suicido). Sin embargo, no es garantía de buena salud estar integrado en una sociedad profundamente enferma. En eso resida la importancia de la educación alternativa. Entonces, incluso la Biblia misma es soporte de un esquema contradictorio al presente modelo globalizado. La iglesia, siendo una corriente bien-pensante y conformista, tiene a su lado textos que a menudo reprobaron sus propios actos. Hoy, sabemos que el golpe de Estado Hondureño fue apoyado por la Iglesia, y su objetivo es volver a implantar una política capitalista activa en el proceso de globalización. Ese resultado extremo al que nos llevó “la sociedad internacional” (Pierre Marie Martin, Le Droit International Public, Masson, 1995), debido a su exceso de libertad económica termina siendo un control económico aterrador del humano padeciendo las libertades públicas y demuestra sencillamente que no existe solución capitalista para resolver una crisis capitalista.