Pablo Vommaro: “Clacso es cobijo y creatividad”

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30/05/2025

Profesor de Historia y doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, investigador especializado en juventudes y política, a los 50 años Pablo Vommaro se candidatea a la secretaría ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, el nucleamiento de centros de investigación más importante de América latina y el Caribe. La postulación será puesta a consideración en junio, en la asamblea general de este organismo creado en 1967 durante una de las olas dictatoriales del continente.

–Soy candidato como expresión de un espacio amplio, múltiple, plural y diverso de centros miembros y referentes de la red de los 23 países latinoamericanos y caribeños que componen justamente Clacso. –dice Vommaro.

–¿Qué características especiales tiene el espacio?

–Las de un espacio transversal que busca fortalecer la identidad y los procesos y las dinámicas latinoamericanas y caribeñas a plenitud, a cabalidad: La idea, justamente, es poder aportar a los procesos de cambio social en la región desde un pensamiento situado, desde un pensamiento crítico, desde un pensamiento transformador y desde la producción de conocimiento riguroso. El objetivo es fortalecer la enorme red de Clacso como casa común del pensamiento crítico, del pensamiento emancipatorio latinoamericano y caribeño. La actual coyuntura plantea desafíos muy importantes que creemos que Clacso debe estar a la altura de afrontar. Por eso hago énfasis que quiero ser expresión de un espacio amplio, plural, diverso de centros miembros y referentes de la red de un espacio transversalmente latinoamericano y caribeño. Es una postulación colectiva.

–Con un nombre a la cabeza.

–Sí, pero yo expreso a un colectivo. La sigla completa de Clacso es Consejo Latinoamericano y Caribeño de ciencias sociales, humanidades y artes. Creo entonces que es necesario apuntar a un fortalecimiento de los espacios de pensamiento crítico.

–¿Qué es casa común? ¿Qué es exactamente para vos pensamiento crítico?

–Pensamiento situado, pensamiento transformador, pensamiento que busque la incidencia social y la recuperación de una figura de intelectual como persona comprometida con su tiempo, con su época. Ese compromiso pensamos que puede expresarse en este espacio colectivo que construyó o que está construyendo mi candidatura a la dirección ejecutiva de Clacso. La casa común tiene forma de red. Hay que fortalecerla todavía más. Tiene que estar a la altura y en condiciones de asumir los desafíos del presente de cara al futuro. Quiero una red más descentralizada, una red más participativa, una red más protagónica, donde los centros sean realmente protagonistas y donde cada una de las regiones y cada uno de los países tengan su lugar en la consolidación de un espacio de pensamiento crítico.

–¿Te referís a la irrupción de las ultraderechas?

–Sí, tiene que ayudar a la resistencia contra esos embates, pero también contribuir a una propuesta de articulación con experiencias transformadoras, populares, progresistas y de izquierdas que buscan construir sociedades más justas, más democráticas y más igualitarias. Hay una doble misión de esta casa común. Por un lado es un espacio de nucleamiento, de contención, de cobijo, de protección, de resguardo del pensamiento crítico y emancipatorio en América Latina y el Caribe. Pero sin duda también como un espacio de innovación y de creatividad desde el sur global, desde América latina y el Caribe pero con perspectiva global. Me refiero a construir herramientas de interpretación, de explicación y de comprensión de nuestras realidades sociales para aportar a una transformación social. Y las propuestas tienen que basarse en la producción de conocimiento riguroso. Y a la vez, hay que articular, como lo venimos haciendo, con movimientos sociales, organizaciones populares, territorios, comunidades, colectivos, políticas públicas y experiencias políticas sean gubernamentales o no, que están buscando la construcción de sociedades más justas, más igualitarias, más participativas y más democráticas. La geopolítica mundial se transforma. ¿Cómo nos ponemos en un lugar soberano, autonómico, de defensa de los territorios y los recursos naturales? ¿Cómo pensamos la integración latinoamericana y caribeña? Por eso hablábamos de un proyecto transversalmente, integralmente latinoamericano y caribeño, más allá de singularidades o de particularidades o de situaciones nacionales o regionales. Ahí Clacso tiene un lugar estratégico. Tiene que ser una usina de pensaiento prospectivo anticipatorio, para poder pensarnos en el escenario mundial. Para entender. Para transformar. 

–¿Qué temas nuevos de investigación están apareciendo?

–Los temas se van actualizando. Hoy en día, sin duda, son frecuentes las investigaciones sobre la reconfiguración del trabajo, la crisis ambiental y la crisis climática con la policrisis que estamos viviendo: ambiental, climática, política, económica, cultural. Por supuesto están los temas vinculados con las ultraderechas, los neofasismos, el ascenso de discursos de odio, violentos, de grupos fuerzas o gobiernos autoritarios. Y también hay investigaciones vinculadas con el desarrollo.  temas también vinculados con desarrollo, sin duda reconfigurando o repensando algunas certezas que teníamos en décadas anteriores. Temas vinculados también con la polarización política y con los asedios, las amenazas, pero también los desafíos de las democracias. Las

agendas incumplidas que sin duda han defraudado expectativas y llevan a repensar las democracias que queremos construir en nuestro continente.

–¿La desigualdad está siendo tema de agenda en las investigaciones?

–Sí, claro, las desigualdades sociales entendidas de modo multidimensional e interseccional y una agenda también vinculada con movimientos sociales emergentes, vinculados con el feminismo, con los movimientos de mujeres, diversidades sexuales. Y también con movimientos rurales, campesinos, movimientos migrantes, movimientos de afrodescendencias y negritudes, movimientos indígenas, movimientos de defensa de los territorios, las defensoras ambientales territoriales, movimientos de defensa del agua, movimientos vinculados con derechos humanos, con memoria, con la búsqueda de justicia que continúa en la América Latina y el Caribe, movimientos juveniles fuertemente, sobre todo de jóvenes urbanos. Ese estudio, ese trabajo con ideas de los movimientos sociales, también es una agenda que hoy está con fuerza en Clacso y que queremos también contribuir a desplegar, por supuesto, en los próximos años. Hay un tema más que me gustaría marcar. Tiene que ver con la disputa de sentido, con la batalla cultural, la batalla de ideas y la incidencia en la conversación pública, en la construcción de lo que uno podría llamar sentido común, en la incidencia en los medios, tanto los medios masivos, en las redes sociales, como en el mundo digital. Esto se vincula con el capitalismo cognitivo, con el capitalismo digital, y con el ascenso de la inteligencia artificial. 

–Una novedad es la existencia de ultraderechas con votos. 

–Sí. Requiere estudios sobre la adhesión popular que desborda los núcleos duros más recalcitrantes, o más regresivos o retrógrados de nuestras sociedades y amplía su adhesión y su base electoral.

–Pablo, hablaste de “asedio” justo en medio de las protestas contra lo que ya se conoce como “cientificidio” por parte del Gobierno argentino. ¿También es contra las ciencias sociales?

–Sí, sin duda que el cientificidio abarca a las ciencias sociales, a las humanidades y las artes. Por los recortes presupuestarios, por las reducciones presupuestarias, pero también por los ataques, por los asedios y los hostigamientos, las persecuciones a las agendas de investigación. El discurso anticiencia excede lo que sucede en Argentina, pero sin duda en Argentina con el gobierno autoritario y de ultraderecha ese discurso anticiencia se expresa en medida concretas. Tienen que ver con reducción presupuestaria, recortes, y persecución de agendas que son amplias. Tienen que ver, por ejemplo, con negar el cambio climático, porque es un discurso anticiencia y también negacionista, con negar las desigualdades sociales. Con el ataque a los feminismos, a los estudios de género y a la cuestión de las diversidades. En Brasil hubo cientificidio con Jair Bolsonaro, y también fue contra las ciencias sociales y las artes. La educación pública, la universidad pública y la ciencia pública y desmercantilizada son parte de un bien común. El cientificidio en ciencias sociales, en humanidades y artes tendríaun también un efecto de argentinicidio, ¿no? Porque se trata de una condena al presente y al futuro de nuestras sociedades. Es perpetuar la dependencia y la subordinación no sólo de la Argentina sino de toda América latina y el Caribe. No le demos más vueltas. Todos los países que se han desarrollado es porque han invertido en conocimiento, han invertido en ciencia, han invertido en educación. Estamos en la sociedad del conocimiento y de la información en un momento de capitalismo cognitivo. Y justo en ese momento el Gobierno quiere destruir la capacidad instalada en investigación y en educación que costó tantas décadas construir.

–¿En qué aspectos de la vida cotidiana aportan las ciencias sociales?

–Es inagotable, pero pensemos en problemas urbanos, problemas de vivienda, problemas de saneamiento, problemas de transporte público. Pensemos en educación, estrategias pedagógicas, didácticas, planes de estudio, políticas educativas. Pensemos en la cuestión sociambiental. Pero también las ciencias sociales son muy útiles en pensar el mundo digital, en pensar cómo habitamos y cómo aprovechamos mejor ese mundo digital, cómo nos apropiamos críticamente de las recursos, de las herramientas que da el mundo digital. Cómo nos apropiamos críticamente de la inteligencia artificial, por ejemplo. Y no hablo desde la ingenuidad. Todo tiene riesgos, peligros y contradicciónes. 

–Estudiaste Historia. ¿Por qué?

–Por una vocación de comprender el pasado pensando que este presente contiene el pasado que vivieron nuestras sociedades. Es decir, poder pensar que ese pasado sigue resonando, sigue vibrando en las disputas presentes. Por lo tanto, es una forma de comprender más profundamente, más estructuralmente, más densamente las disputas presentes. O cuáles son las raíces de muchas de las problemáticas, de muchos de los procesos, de muchos de los conflictos, de las contradicciones y de las tensiones de sociedades. Si comprendés mejor, podés incidir más en términos políticos, académicos o intelectuales. Incidir para transformar. El pasado siempre nos sigue hablando. En América Latina hay diversos grupos que están pensando creativamente sobre la región.En su mayoría son grupos que están articulando academia, movimientos sociales y políticas públicas. Uno es el grupo que está trabajando en el pacto ecosocial del sur. En los pactos ecosociales, o sea, ecológicos y sociales que la región necesita, posicionados desde el sur global, desde América Latina y desde el Caribe. Hay grupos articulados, por ejemplo, con las reparaciones históricas de los pueblos afro descendientes, de las negritudes, de las poblaciones afrodiaspóricas. Grupos que están trabajando fuertemente con saberes ancestrales, con pueblos indígenas. Grupos que están trabajando en experiencias educativas innovadoras, en pedagogías innovadoras y emergentes. Lejos de negar el mundo digital, hay que apropiárselo críticamente. 

–Antes hablaste de prospectiva.

–Hay núcleos de investigación repensando el trabajo de aquí a 20 ó 30 años. Y el trabajo supone también la organización de los trabajadores. Es clave hacer cruces. Hablamos de feminismos. Perfecto. ¿Qué sucede con algunas mujeres de barrios populares de las grandes ciudades o de las zonas suburbanas o periféricas de las grandes ciudades? ¿Qué sucede con la intersección entre feminismo o dimensión de género y la dimensión generacional con las nuevas generaciones? ¿Qué sucede con el cruce de feminismos con masculinidades también y cómo se piensa la masculinidad desde los feminismos y los feminismos desde las masculinidades? Sociedades más complejas exigen pensamiento complejo.

Fuente: https://yahoraque.com.ar/vommaro-clacso-cobijo-creatividad/


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