Desde los pies atados. Por Ester Kandel*.

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Las mujeres llevan sobre sus espaldas la mitad del cielo y deben conquistarla     

Mao Tse Tung

          Los aportes de las investigaciones europeas y norteamericanas sobre la opresión a las mujeres durante varios siglos, fueron una contribución al conocimiento de miles de argentinas que durante décadas luchamos por los derechos cívicos, civiles, laborales y sociales en general para lograr la igualdad de oportunidades en los diversos ámbitos.

        En esta nota, haremos hincapié en el proceso de las mujeres chinas, tan distante a nuestro conocimiento. El estudio realizado por Claude Broyelle[1], (1975) nos aporta “la experiencia revolucionaria china  en lo que concierne a la emancipación femenina”[2] desde 1949. Asimismo, hace hincapié en las diferencias con los movimientos feministas hegemonizados por la burguesía y las diferencias en la construcción del socialismo con la URSS.[3] Mao promovía analizar las contradicciones en el seno del pueblo.[4]

          Pies atados, mutilados, arrastrada con los pies atados a la cola de un caballo, así trataban los señores feudales a las mujeres chinas.

        La autora, desde su marco conceptual, anticapitalista, señala que las conquistas legislativas en relación a la maternidad, voto, divorcio, etc.:

(…) no solamente, no nos han liberado, sino que nos han hecho sentir más cruelmente todavía nuestra opresión. “Pero que quieren, pues las mujeres”, exclama enloquecido el legislador burgués, ¡les hemos dado todo!

          Broyelle le responde al legislador: “Justamente, ustedes nos han dado todo (o casi), es decir todo lo que el capitalismo podía darnos ¡y es tan poco!

          ¿Cuál es el origen de la opresión?[5]

Todo lo que hemos visto en China confirma esta idea (…) la emancipación de las mujeres no podrá ser una tarea autónoma, un “suplemento de alarma” que bastará agregar al socialismo para darle un aspecto humano.

        Al inicio de la experiencia, la delegación fue recibida en Chaochán, pueblo natal de Mao, por el comisario político del Ejército Popular de Liberación y les comentó:

Es absolutamente necesario comprender que China no es toda roja. Por ejemplo, hoy en día hay en China partidarios del imperialismo americano, un puñado de reaccionarios. Si se pierde de vista esta realidad, fracasaríamos en todos nuestros proyectos. Ustedes tampoco deben creer en lo absoluto que todo está bien en China.

Hemos seleccionado los siguientes temas:  nuevas experiencias laborales, estudio del marxismo y la Federación de Mujeres.

          En el proceso de industrialización millones de mujeres se dedicaban a la tarea doméstica, por lo tanto, este fue una de las primeras cuestiones a abordar. El ingreso a la producción fue un largo proceso de debates y prácticas. Uno de los debates lo impulsó Liu Shao Chi, por el regreso al hogar, considerándolas irremplazables.

Con la consigna: hoy los tiempos han cambiado, lo que puede hacer un hombre lo puede hacer una mujer.

El gran Salto Adelante[6] movilizó a millones para discutir cómo se incorporaban a la producción, donde se pusieron en juego las fuerzas creativas, venciendo muchos obstáculos. C.B. relata centralmente dos situaciones, que vamos a compartir:

Finalmente, después de una encuesta entre los habitantes del barrio decidimos producir artículos de primera necesidad…ollas, tubos para estufa, cacerolas, etc. Llevamos de nuestras casas nuestras propias herramientas, martillos pinzas…Fuimos a  las fábricas a recoger placas de metal, tubos de hierro y nos pusimos a trabajar. A veces venían obreras después de trabajo a mostrarnos cómo emplear tales o cuales medios, Otro problema fue el cuidado de los niños.

Para el cuidado de los menores apelaron a familiares, vecinas que aprobaban este proyecto. Este grupo de trabajadoras se fue desarrollando y llegaron a 300.

Después del examen, el Estado nos confió esta labor de producción y nuestra fábrica tomó su nombre actual: Fábrica de material médico de Chau Yan. En 1960, construimos otros cuatro talleres en el patio sin pedir ni un centavo al Estado, simplemente recolectando ladrillos provenientes de antiguas construcciones. Construimos un comedor y una guardería en el recinto de la fábrica. Todo ello con nuestras manos, nosotras podemos construir el socialismo con nuestras manos.

Estas pequeñas fábricas de barrio se construyen en varias ciudades y en el campo. A partir de esta experiencia, los hombres comenzaron a participar en las tareas domésticas. Esta experiencia no apeló tanto a su calificación técnica, sino a su iniciativa y a sus conocimientos de las necesidades concretas de las masas.

C.B. comenta:

 lo que fundamenta la liberación de las mujeres chinas es su participación efectiva, no formal en el poder, porque han adquirido por la producción social revolucionarizada, un conocimiento de la sociedad del que estaban privadas en su hogar.

         Bordados para la revolución

        Después de un debate si esta actividad era pertinente para un proceso revolucionario, concluyeron que no habían vulgarizado los motivos del bordado. Hacían bocetos, discutían proyectos, modificando los motivos que estaban vigentes, los criticaban y los mejoraban.  Crearon un método para bordar los dos lados de la tela. La cooperativa se desarrolló y pasó de ocho miembros a cien. Padecieron saboteo para la venta. Las trabajadoras accedieron a los servicios médicos y de guarderías.

Dentro de los beneficios otorgados a las mujeres, se encuentran licencias por los días de la menstruación.

        La incorporación de las mujeres en las tareas agrarias fue un tema de debate, especialmente por los prejuicios que tenían. De los ejemplos sólo cito uno:

Si nos ayudamos mutuamente para los trabajos agrícolas, debemos hacerlos también para los trabajos domésticos, tal era la posición de las mujeres. Yo le decía a mi marido: Es necesario que entremos en esa cooperativa. Pero él me respondía: Tu no eres más que una yegua, no entiendes nada de esos asuntos, tú no irás a trabajar fuera. Eso me llenaba de cólera: Las mujeres se han emancipado, no tienes ningún derecho de tratarme así, lo que tenemos lo hemos obtenido luchando, no cederé. Entré a la cooperativa sin él.

        Estudio del marxismo

        La formación en los conceptos de Marx y Lenin era recomendada en los escritos de Mao. Participaron trabajadores y trabajadoras del campo y la ciudad. Esta formación les permitió comprender las relaciones generales de la sociedad e ir ubicando el sentido de su situación particular.

          Federación de Mujeres

          Desde 1973 se realizaron congresos de esta entidad en todas las regiones de China. Se expusieron las críticas a Confucio, “cinco destrucciones” y “cinco construcciones”:

  1. Destruir supersticiones feudales, edificar la concepción según la cual el trabajo es el que crea el mundo.
  2. Liquidar el antiguo sistema matrimonial según los padres deciden arbitrariamente (o hacen presiones) el matrimonio de sus hijos y consideran al matrimonio como un mercado.
  3. Eliminar la ideología según la cual los hombres son nobles y las mujeres humildes, eliminar el poder marital. Se la reemplaza por el concepto de igualdad de derechos entre ambos sexos, practicar el principio “a trabajo igual, salario igual, practicar el control de los nacimientos.
  4. Eliminar la teoría según la cual las mujeres son retrógradas; oponer la concepción según la cual las mujeres son “la mitad del cielo”.
  5. Eliminar las teorías “hacer estudios para convertirse en alguien” e “ir al campo para hacerse ver”; oponer “estudiar para servir al pueblo” y valorizar el trabajo agrícola.

Se realizaron campañas, estudios, mítines, redacción de pequeños periódicos para difundir estas ideas.

8 de marzo de 1974, editorial de Remin Ribao, publica:

La teoría de la superioridad del hombre sobre la mujer y la de la esclavitud y dependencia de la mujer, deben condenarse sin piedad y se debe liquidar su siniestra influencia. No solamente las mujeres, sino también los hombres deben criticar esas teorías.

        Del texto Breve historia de la República Popular China, seleccionamos esta información:

La prostitución era un grave problema social en la antigua China. El Gobierno Popular tomó la prohibición de la prostitución como un paso importante de su transformación social. Beijing fue la primera ciudad en actuar, donde comenzaron las acciones planificadas el 21 de noviembre de 1949. Bajo la dirección del Gobierno Popular de Beijing se cerraron de la noche a la mañana 224 burdeles en toda la ciudad. Más de 400 proxenetas y propietarios de esos lugares fueron detenidos y castigados, y más de 1.300 prostitutas fueron liberadas. Ellas fueron enviadas a centros de reinserción, donde recibieron tratamiento para las enfermedades de transmisión sexual, aprendieron Breve historia de la República Popular China (1949-2019) 28 sobre asuntos de actualidad, y estudiaron y adquirieron conocimientos y habilidades profesionales. Además, se les ayudó a formar una familia y encontrar un empleo, para que fueran capaces de ganarse la vida por sí mismas como cualquier mujer trabajadora autosuficiente. Se adoptaron rápidamente enfoques similares a los de Beijing en las principales ciudades y pueblos del país. Tras un par de años, se prohibieron todos los burdeles y se erradicó la prostitución en China.[7]

II. 3. La adopción del sistema de matrimonio con libertad e igualdad de género El 1 de mayo de 1950, el Gobierno Popular Central promulgó la Ley de Matrimonio de la República Popular China, en la que se estipulaba la abolición del sistema de matrimonio feudal de la antigua China, que se basaba en el arreglo del matrimonio forzado o decidido solo por los padres, la superioridad del hombre sobre la mujer y el desprecio por los intereses de los descendientes. Con la ley, se adoptó el nuevo sistema de matrimonio democrático, caracterizado por la libertad de matrimonio entre hombres y mujeres, la monogamia, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y la protección de los derechos legales de las mujeres y su descendencia, mientras que se prohibieron la bigamia, el concubinato, las “nueras-niñas”4 y la interferencia en la libertad de las viudas para volver a casarse. Además, se prohibió exigir propiedades con el pretexto de las relaciones matrimoniales. El proceso de aplicación y divulgación de la Ley de Matrimonio fue también un proceso de transformación de costumbres y tradiciones anticuadas. La población en general, y las mujeres en particular, apoyaron firmemente la nueva ley, mostrando un gran entusiasmo por su aplicación. Algunas obras artísticas que reflejaban el nuevo concepto de matrimonio fueron bien recibidas por el público y contribuyeron en gran medida a la aplicación de la ley. Entre ellas se puede citar el largometraje Liu Qiao’er, protagonizado por la famosa artista de la Ópera de Pingju Xin Fengxia, que relató la lucha de Liu Qiao’er por la libertad de matrimonio durante la guerra contra la 4 Las “nueras-niñas”, también conocidas como “novias infantiles”, eran niñas criadas en la familia de su futuro esposo. (N. de la T.) Breve historia de la República Popular China (1949-2019) 30 agresión japonesa, en la zona de Shaanxi-Gansu-Ningxia bajo la dirección del PCCh, y también el cuento de Zhao Shuli, “El matrimonio de Xiao Erhei”, que trató el mismo tema. La libertad de matrimonio se convirtió inmediatamente en una nueva y celebrada norma social. Según las estadísticas del Ministerio del Interior sobre 27 provincias y municipios en 1955, el 95% de las solicitudes de matrimonio se registraron conforme a la Ley de Matrimonio. En poco tiempo surgieron numerosas familias que valoraban el respeto mutuo, la igualdad, la unidad y la democracia. Estas familias, como célula básica de la nueva sociedad, garantizaron la estabilidad social y favorecieron las condiciones para que las mujeres participaran en actividades políticas y económicas, así como en otras actividades sociales, promoviendo eficazmente la causa de la emancipación de la mujer.op.cit.

        A modo de síntesis, en el texto cita sobre la historia de China, señalan:

El período comprendido entre 1956 y 1978 fue una época llena de arduas exploraciones para China. El PCCh se esforzó al máximo por llevar a cabo la modernización nacional, dirigiendo al pueblo de todas las etnias del país a emprender una nueva expedición de búsquedas de políticas y medidas adecuadas. En unos veinte años, llenos de reajustes constantes basados en el aprendizaje brindado por las equivocaciones y experiencias, China logró construir un sistema industrial independiente y relativamente completo, desarrollar la defensa nacional con tecnología de vanguardia y fomentar un gran número de recursos humanos, sentando así las bases para el desarrollo del país después de 1978.

                                                                                              20 de junio de 2023

*Magister de la UBA en Ciencias Sociales del Trabajo.


[1] Broyelle, Claude, La mitad del cielo, Siglo XXI, 1975.

[2] Partimos para China en noviembre de 1971. Nosotras, es decir, doce mujeres provenientes tanto de la provincia como de París; estudiantes, empleadas de oficina, una campesina, una esposa de obrero ya abuela; algunas de entre nosotras, solteras, otras, madres de uno, dos, tres, cinco o seis hijos.

[3] Este tema se puede profundizar leyendo el Tomo V de las Obras escogidas de Mao.

[4] Los puntos principales del texto eran los siguientes: “1) En la sociedad socialista existen aún contradicciones y precisamente son ellas las que hacen avanzar nuestra sociedad. 2) En la sociedad socialista, las contradicciones fundamentales siguen siendo las existentes entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas, y entre la superestructura y la base económica. 3) Existen dos tipos de contradicciones sociales en la sociedad socialista: contradicciones entre nosotros y el enemigo, y contradicciones en el seno del pueblo. Las contradicciones entre nosotros y el enemigo son antagónicas. En cuanto a las contradicciones en el seno del pueblo, las que existen dentro de las masas trabajadoras no son antagónicas. 4) Se deben usar la dictadura para resolver las contradicciones entre nosotros y el enemigo, y la democracia para las existentes en el seno del pueblo”. Op.cit.

[5] “ser mujer en un régimen capitalista es estar implicada en cinco relaciones sociales principales: es vivir en una cierta relación con el trabajo social, el trabajo doméstico, los hijos, la familia, la sexualidad

[6] Tuvo aciertos y errores, reconocidos en varias instancias.

[7] Breve historia de la República Popular China (1949-2019), CLACSO, 2023


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