Los ejemplos están a la vista. Por Hugo Blasco.

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Cada vez que aparece un conflicto gremial importante no faltan las voces altisonantes de comunicadores, muchos políticos y empresarios caracterizando a los trabajadores como violentos, irracionales, mafiosos, etc etc. 

Pero también hay voces que con un tono solemne sugieren que el sindicato «se fue al carajo”, o que “hay que bajar un cambio” o que “se van a estrellar contra la pared” y que hay que negociar vaya a saber qué. Los eternos conciliadores y claudicantes sobre todo sindicales.

El conflicto de los trabajadores del neumático nucleados en el SUTNA ha demostrado  que en el 2022 está más viva que nunca la lucha de clases.

Esta organización que representa básicamente a los trabajadores de tres grandes empresas (una nacional y dos extranjeras) ha puesto en evidencia la voracidad empresaria que en su afán inacabable de acumular ganancias no repara en métodos así signifique ello avasallar obscenamente los salarios e incluso la calidad de vida de los trabajadores. 

Hace tiempo atrás fue el turno de los aceiteros que “osaron” tocar mínimamente las ganancias escandalosas de las empresas ligadas a la exportación de las oleaginosas. 

En el caso del neumático hemos presenciado además de los agravios de periodistas pagos por el sistema a ex dirigentes sindicales criticando públicamente a los huelguistas o en su mayoría haciendo un silencio cómplice con las patronales. 

Ni que hablar del Ministerio de Trabajo y particularmente el Ministro de Economía y “amigo” de los EEUU, Sergio Massa, intentando romper la huelga amenazando con la libre importación de neumáticos a cargo de las empresas en conflicto.

La estrategia de los trabajadores del sector fue inteligente, la voluntad inquebrantable y el espíritu unitario y democrático.

Por eso estuvieron rodeados por todo tipo de organizaciones (sociales, sindicales, políticas) lo que permitió darle aún más legitimidad al reclamo. 

Y por eso saludamos a este colectivo de trabajadores que puso en evidencia, como decíamos más arriba, la vigencia plena de la lucha de clases.

Los representantes del sistema capitalista vienen avanzando a paso redoblado desde hace más de cuarenta años en el mundo y en la Argentina en contra y a costa de los pueblos en general y de la clase trabajadora en particular.

Por lo tanto el camino es la lucha en unidad y con organización que nos permita la construcción de una nueva sociedad sin explotadores ni explotados.

Hugo Antonio Blasco

Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados

Corriente Política de Izquierda


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