Por lo general la prensa hace referencia en sus exposiciones cotidianas y hasta en ciertas declaraciones de político, que “el poder” es aquel que ejercen aquellos gobiernos de turno que nos rigen.
Tal afirmación, con algunas excepciones, es falsa, ya que en los hechos nos encontramos a una incalculable distancia.
La autoridad absoluta, la potencia , el dominio, el gran capital y por lo tanto el poder descansa en quienes poseen y controlan aquello que comercializa la República Argentina: CARNE Y GRANOS.
Grandes terratenientes, latifundistas, hacendados, multimillonarios dueños de medios y bienes con los que se auto otorgan superioridad sobre el pueblo Argentino. Por cierto, inteligentemente asociados y relacionados a empresas monopólicas y grupos financieros internacionales.
Su poder se cimenta y escuda bajo la protección de fuerzas armadas de la patria cuyos conocidos hechos han quedado grabados en la memoria de todos los argentinos con cada golpe de estado transcurrido en la historia.
Pero no conformes con eso también cuentan con la bendición que reciben de los sumos sacerdotes y altos integrantes de la cúpula eclesiástica.
La prueba de ello la encontramos en lo que muestran registros fílmicos y fotográficos controlados por aquellos medios de difusión de los que irónicamente también son dueños.
Pero disponen además y necesariamente de socios “menores”, algunos de cuidado por lo peligroso que es la burocracia sindical.
En los hechos constituyen otro país, aunque sea difícil decirlo y comprenderlo, aunque nos duela reconocerlo.
Si bien hubo casos, a lo largo de la historia, de gobiernos con los que este sector se vio representado, en su mayoría no fue así. Y en esos gobiernos se buscó contrarrestar este poder creyendo inocentemente que lograrían humanizarlo, arribando a ejercer sus funciones bajo un papel político débil y temeroso de apoyarse en el pueblo por lo que finalmente terminaban agachando la cabeza y sometiéndose al PODER REAL ESTABLECIDO.
Este poder que se considera intocable emana de haberse apropiado de grandes extensiones de tierras desde el siglo XIX en adelante empleando cualquier método, por más ilegal que sea. “Pero attenti”, no se trata de cualquier tierra, sino del suelo más apto y de inigualables condiciones con el que cuenta el territorio nacional para actividades de agricultura y ganadería; la llamada geográficamente: PAMPA HÚMEDA.
Este territorio cuenta con aproximadamente 60.000.000 de Hs. es decir, no estamos hablando de un pequeño loteo pobre o desértico. Este “pedacito” de tierra, comprende actualmente toda la provincia de Buenos Aires, centro y sur de Entre Ríos, centro y sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba, noreste de San Luis, y norte de La Pampa. ¿Qué tal? ¿Qué les parece?
Para decirlo de una manera más cruda , clara y precisa; recurriremos a la caracterización que de ellos hiciera, en su momento, nuestro entrañable compañero AGUSTIN TOSCO:
“Hablándonos de la patria, nos dicen que todos somos Argentinos, y eso es así formalmente; pero hay algo más esencial: El pueblo Argentino quiere y defiende su patria; pero una pequeña parte de ella, todopoderosa, reniega de la Patria, la vende o la estafa”.
Ahora bien: Esta potencia dominante del país, se las ingenia para tomar todo tipo de medidas para lograr la prevalencia en el TRONO.
Resulta que el nombre de su organización sindical siempre fue “LA SOCIEDAD RURAL” , “CONFEDERACIONES RURALES”, etc. y de un momento a otro, adoptaron una nueva y ventajista denominación, con el objeto de desorientar a nivel popular. Haciéndose llamar “EL CAMPO”.
Sí, no son nenes de pecho ya que nosotros como pueblo, históricamente conocemos con ese nombre a sectores territoriales del noroeste Argentino. Suelos pobres de lluvias, semiáridos y en consecuencia escasamente aptos para el cultivo. Con ese nombre nos imaginamos que se trata de un viejito que penosamente ara con un caballo un pequeño pedazo de tierra para ver si puede cosechar algunos choclos y zapallos que le ayuden a subsistir. Mirándolo así, esto nos produce dolor ya que como pueblo trabajador tenemos sentimientos y la lógica reacción es decir: “Pobre hombre”
Estos latifundistas, llamados ahora “EL CAMPO”, son los monarcas.
Esto es tan así, que cuando el gobierno les pide tímidamente, que pongan unos pesos más de sus copiosas fortunas, para cubrir las deudas externas de la que se beneficiaron, toman el papel de víctimas y se niegan a hacerlo. Aquella fantasmal deuda que constituye un robo, una estafa imperdonable al pueblo Argentino que no debiera pagarse; a lo que responden sacando sus maquinarias agrícolas a la calle, en señal de descontento.
EL PODER SON ELLOS, y te darán la propina que ellos dispongan mirándonos con asco, no lo que el gobierno de turno disponga.
El gobierno timorato, tiembla de miedo, y les pide que sean solidarios y más sensibles ante la pobreza que somete al 40% de la población del país. Pero estos poderosos no tienen sentimientos, y se debe ser muy crédulo e ingenuo para suponer que se lograra conmoverlos y/o humanizarlos.
Disponiendo de ese incalculable capital son capaces de comprar, sobornar y domesticar a los partidos políticos que nos gobiernan; del mismo modo que convocan a cuanto mercenario tengan a mano para aplicar la violencia de todo tipo a los que se atrevan a reclamar o protesten por sus derechos.
Es imperioso que nosotros como pueblo trabajador, tengamos en claro esta situación y que no dudemos de la característica de este desalmado y formidable enemigo que nos oprime.
Solo nosotros podemos encarar nuestra liberación. Claro que es indispensable que sepamos cuanto antes, como es la sociedad justa que queremos construir.
Taurino Atencio
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