Así mismo, cómo el Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM) —antes Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo— vio necesaria la alianza con las fuerzas de la oposición y de los movimientos sociales, cuyas ideas y personas, una vez llegadas al gobierno, podrían cuestionar y desmantelar la deuda y su «sistema». No obstante, la prioridad absoluta para el CADTM es el fortalecimiento de la acción de las y los de abajo en lugar de actuar como lobby.
Desde África hasta Latinoamérica, las auditorías con participación ciudadana fueron una fuente de esperanza, sin embargo, en su mayoría, resultaron decepcionantes al ser olvidadas por los opositores que se volvieron gobernantes. Aunque el comportamiento de los dirigentes con respecto al orden financiero es decisivo…empero, a veces hubo auditorías que tuvieron un gran éxito. Recordemos la auditoría de la deuda soberana griega, una experiencia repleta de intrigas y de desenlaces inesperados, con pocas opciones. Cuando la ilusión de una nueva cooperación internacional, como hubiese sido la celebración de una nueva conferencia de Londres para la deuda griega demandada por Alexis Tsipras, se desvanece por ingenua, se imponen, según Éric Toussaint, actos soberanos unilaterales, como condición sine qua non para poder invertir la relación de fuerzas.
La genealogía del CADTM y de las luchas contra las deudas ilegítimas: los orígenes
Benjamín Lemoine: ¿Cómo comenzó su implicación en las luchas contra las deudas ilegítimas?
Éric Toussaint: Fui profesor de historia y de ciencias sociales entre 1975 y 1994 en la enseñanza secundaria, en institutos públicos, técnicos y profesionales. Siendo profesor en Lieja, en los años 1980, me vi confrontado con la crisis de la deuda de este municipio de 200.000 habitantes.
Una deuda que había alcanzado un nivel catastrófico y que implicaba un plan de austeridad extremadamente duro para esa época. Y eso me llevó, con un grupo de colegas y de diferentes categorías de trabajadores, a analizar los orígenes de la deuda que le era reclamada a la ciudad de Lieja.
Al mismo tiempo, había estallado la crisis de la deuda del Tercer Mundo: México se había declarado en cesación de pagos en 1982. En Latinoamérica, en particular, se tomaron varias iniciativas para oponerse al pago de una deuda impagable durante esos mismos años. Asimismo, en África, el tema de la deuda fue liderado por el joven presidente de Burkina Faso Thomas Sankara, a partir de 1985.
Eso me llevó a considerar, con las otras personas que fundaron conmigo el Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) en Bélgica en 1990, [1] que éste era un tema transversal, nuevo, y que justificaba la creación de una organización específica, a imagen de otras organizaciones muy conocidas como Greenpeace o Amnistía Internacional.
La idea era partir de un problema determinado, para luego abordar los problemas de la sociedad y del sistema capitalista global. Este comité, que al comienzo era una estructura esencialmente belga conocida por sus publicaciones en francés, tuvo un eco importante en Francia, en Suiza y África francófonas, y en Haití, a tal punto que nuestra organización está implantada, en este momento, en más de 30 países.
En relación a mis actividades en la enseñanza, y a pesar de que trabajaba a tiempo completo en la secundaria, continué mis estudios e hice un doctorado en ciencias políticas en las universidades de Lieja y de París VIII en 2004. Mi tesis trató sobre los retos políticos que conlleva la intervención del Banco Mundial y del FMI en los países en desarrollo. [2]
B. L.: ¿Estuvo comprometido políticamente antes de su experiencia en Lieja?
E. T.: Me comprometí en política siendo muy chico. En mayo de 1968, todavía no había cumplido los 14 años y desde 1967 ya era activista en mi liceo. En esa época, vivía en un pueblo de mineros del carbón que, en su gran mayoría, eran inmigrantes (polacos, italianos, españoles, griegos…).
Pero mis padres, maestros en el pueblo, no eran en absoluto marxistas. En la biblioteca familiar no había ni un solo libro marxista. Mi padre era un miembro muy activo del partido socialista. Mis padres eran antirracistas, pacifistas e internacionalistas. Me movilizaron los problemas raciales y fui muy sensible a las luchas llevadas a cabo en Estados Unidos por Malcom X y Martin Luther King, aunque me atraía más la posición de Malcom X.
Me sentía totalmente solidario con los trabajadores que luchaban por sus derechos mediante huelgas y manifestaciones. Participé en las que se hicieron contra las armas nucleares y contra la guerra del Vietnam. En mayo de 1968, seguía muy de cerca lo que pasaba en París. Leía muchísimo: de Mao al Che Guevara, pasando por el Manifiesto Comunista y otras lecturas políticas de diferentes corrientes marxistas.
Eso me condujo a unirme a la corriente trotskista de la IV Internacional desde el año 1970. En Francia, la organización miembro de la IV Internacional era la Liga Comunista (que luego fue la Liga Comunista Revolucionaria) impulsada por Alain Krivine y Daniel Bensaïd. En junio de 1970, me fui en autostop a París con un amigo de mi edad al encuentro de esa organización.
Iba a cumplir los 16 años. Comencé a leer los principales análisis de León Trotsky que me permitieron comprender la degeneración de la Unión Soviética, y por qué era necesaria una política mundial y una revolución permanente.
En el seno de la Cuarta Internacional, ¿existía sensibilidad sobre la cuestión de la deuda o, por el contrario, era una posición aislada?
El CADTM fue creado en 1990. Ernest Mandel, uno de los principales dirigentes de la IV Internacional con el que colaboraba activamente, se había pronunciado en 1989 por la anulación de la deuda del Tercer Mundo. [3] Además, en 1989, a iniciativa de la Liga Comunista Revolucionaria de Francia, se puso en marcha una coalición con personalidades como el cantante Renaud y el escritor Gilles Perrault.
La coalición se llamó «Ça suffat comme ci» [¡Ya Basta!] Y fue una respuesta unitaria amplia a la iniciativa tomada por François Mitterrand de convocar para el bicentenario de la Revolución Francesa una reunión del G7.
Iniciativa que fue tomada por la izquierda en general como una provocación. Renaud, que sentía apego y una cierta admiración por Mitterrand, entró en conflicto y en crisis de confianza con ocasión del bicentenario. Sin embargo, se celebró un enorme concierto gratuito en Vincennes con Renaud, su colega sudafricano Johnny Clegg y la Mano Negra. Asistieron 150.000 personas y en la manifestación al menos 80.000.
Esa coalición tenía como objetivo principal reivindicar la anulación de la deuda del Tercer Mundo. El texto fundador del CADTM en Bélgica fue el redactado, en 1989, por militantes de la Liga Comunista Revolucionaria y por Gilles Perrault: el Llamamiento de la Bastilla para la anulación de la deuda del Tercer Mundo [4]. Por lo tanto hay una filiación bastante clara, en cuanto a corriente política, con respecto al problema de la deuda, particularmente con respecto a la deuda del Tercer Mundo.
Esa enorme campaña de 1989 fue sin embargo marginada en Francia por el éxito de SOS Racismo. El lugar de «Ça suffat comme ci» fue ocupado, algunos años más tarde, por SOS Racismo y Harlem Désir. Este último tenía en esa época, los años 1990, relaciones regulares con el CADTM. Fue también el caso de Arnaud Montebourg, responsable, como diputado socialista en la Asamblea Nacional, de la evasión fiscal y de la ayuda al desarrollo. Cuando apareció SOS Racismo, éste retomó la fórmula de los grandes conciertos gratuitos y de las manifestaciones, y trató de ocupar ese ámbito.
En 1996, hubo un nuevo florecimiento del tema de la deuda en Francia en el momento del G7 de Lyon. Estaban allí Bill Clinton, Jacques Chirac, Tony Blair, etc. El colectivo que se puso en marcha en Lyon se llamó «Les autres voix de la planète» [Las otras voces del planeta], que era el título de la revista del CADTM. En esa contra cumbre del G7, el CADTM tuvo un papel clave en los análisis y en el contenido de la declaración final. Fue también el CADTM que financió a la única persona liberada de la coalición «Les Autres Voix de la Planète», encargada en Lyon de preparar la contra cumbre unitaria.
Deudas del Sur, deudas del Norte
*Durante esos años, ¿hubo una clara diferencia, en las luchas, entre la deuda de los países del Norte y la deuda de los países del Sur?
*
Sí, a la deuda de los países del Norte no se la consideraba, en 1990, como un tema clave. Pero para mí, esa deuda ya era importante. Con respecto a la actual situación, la deuda pública se disparó cuando varios países para rescatar a sus bancos socializaron sus pérdidas bancarias, y esto se produjo cuando llegó a Europa, en 2007-2008, la crisis que había estallado en Estados Unidos un año antes. Estuve convencido, de inmediato, con otras y otros miembros del CADTM, que era necesario tener en cuenta la nueva dimensión que tomaba la cuestión de la deuda pública en los países del Norte. Y lo hicimos antes de que fuera evidente para muchos.
Porque hay que recordar que, en 2008-2009, José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, propuso como primera reacción una política que podía hacer pensar en un cambio neokeynesiano. De hecho, solo se trataba de amortiguadores sociales totalmente momentáneos, ya que los gobiernos del Norte tuvieron mucho miedo de que un cuestionamiento del sistema tomara un carácter masivo y activo.
Por ejemplo, en Francia, Nicolas Sarkozy lanzó primas para apoyar a la industria del automóvil. Una parte del movimiento altermundista y de la izquierda en sus diferentes componentes no se dio cuenta que muy pronto, bajo el pretexto del aumento de la deuda pública, se desarrollaría una ofensiva extremadamente brutal de austeridad. Y esa ofensiva realmente fue percibida a partir de 2010 y de la famosa crisis griega, cuando los grandes medios de comunicación la llamaron «crisis de las deudas soberanas».
Solo fue una amplia operación de comunicación para esconder lo esencial, es decir la continuación de la crisis bancaria y de toda una serie de iniciativas del Banco Central Europeo, de los gobiernos de los países europeos y también de Estados Unidos para socorrer a los bancos con la ayuda de las finanzas públicas.
En un artículo de 2008, [5] anunciaba muy claramente lo que pasaría en 2010, cómo se irían desarrollando los acontecimientos. Resumiendo, como CADTM, estábamos preparados a lo que efectivamente se produjo. Por otra parte, publicamos dos libros que dan testimonio de lo acontecido perfectamente: La crisis global, en 2011 (http://anticapitalistas.org/IMG/pdf…) y La deuda o la vida: Europa en el ojo del huracán, en 2011 (http://www.cadtm.org/La-deuda-o-la-vida).
Este último recibió el premio al libro político en la feria del libro político de Lieja de ese mismo año. También realizamos seminarios e intentamos convencer a varios movimientos de poner en marcha un frente europeo para el cuestionamiento del pago de la deuda a partir de 2010.
Entre los años 1980, con «Ça suffat comme ci», y 2007-2008, pasaron una veintena de años. Sin embargo, la diferente percepción entre la deuda del Norte y la deuda del Sur persiste. ¿Cómo se puede explicar?
Hay un lazo muy fuerte entre el CADTM y lo que se llama la corriente tercermundista. Esta corriente corresponde a los años 1960 y 1970. [6] El CADTM estuvo relacionado con personalidades comprometidas en la corriente tercermundista y personalmente tuve contactos muy estrechos con figuras del tercermundismo como Ahmed Ben Bella (el primer presidente de Argelia independiente, derrocado en 1967 por Boumédiène), [7] François Houtart, Gus Massiah, André Gunder Frank, Theotonio dos Santos…
El CADTM colaboró también con Susan George [8] que escribió abundantemente sobre la deuda en los años 1990, así como con el escritor Gilles Perrault a partir de su compromiso con el Llamamiento de la Bastilla, en 1989. Este autor se implicó muchísimo con la publicación de su libro Notre ami le roi [9] y en la defensa de Abraham Serfaty, [10] quien era prisionero político en las mazmorras de Hassan II.
A estos contactos y estos temas, agrego a René Dumont, [11] figura emblemática del tercermundismo en el ámbito de la ecología. Entre las y los que se acercaron al CADTM, a comienzos de la década 1990, había personas que tenían 60, 70 años, que se habían movilizado por la solidaridad con el Tercer Mundo o que habían sido dirigentes.
El CADTM está también relacionado a redes internacionales surgidas en las luchas de los años noventa, por ejemplo Via Campesina que nació en 1993, la Marcha Mundial de Mujeres que se creó a finales de esa década, Jubileo Sur nacido en 1999, ATTAC a partir de 1998-1999. Estos movimientos convergieron en la creación del Foro Social Mundial en 2001, del que el CADTM es uno de los fundadores.
En el transcurso de su evolución, el CADTM sufrió una mutación: pasó de ser una organización del Norte solidaria con el Sur, a ser una red Norte-Sur de acción sobre las alternativas al sistema-deuda.
Durante la asamblea mundial celebrada a fines de abril de 2016 en Túnez, el CADTM, conservando su sigla, decidió por unanimidad cambiar su denominación y llamarse desde ese momento «Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas». La moción adoptada argumentó el cambio de denominación debido a lo siguiente: «La adaptación que proponemos se justifica por la evolución del trabajo realizado por el CADTM tanto en el ámbito internacional como en el nacional.
El CADTM se creó en 1990, en plena crisis de la deuda del Tercer Mundo, para reclamar la anulación de la deuda de los llamados países tercermundistas. A partir de los años 1990, el término Tercer Mundo se fue utilizando cada vez menos especialmente por la desaparición del Segundo Mundo, el bloque del socialismo real, y como consecuencia de las diferentes evoluciones al interior de la categoría Tercer Mundo —los llamados países en desarrollo que engloban a los países emergentes BRIC, PMA, PPME, etc—.
Con la crisis de 2008 y sus repercusiones, el trabajo del CADTM se extendió progresivamente a las deudas públicas de los países del Norte, sin dejar de trabajar exigiendo la anulación de las deudas de los países del “Tercer Mundo”. Hemos mostrado cómo el “sistema-deuda” somete tanto a los pueblos del Sur como a los pueblos del Norte.
Para luchar contra ello, desde hace 5 años el CADTM desarrolló una nueva sección de acción y reflexión sobre el problema de las deudas privadas ilegítimas: deudas ligadas a los microcréditos en el Sur cuyas primeras víctimas son las mujeres, de los campesinos, de los estudiantes, de las familias expulsadas de sus viviendas por los bancos, etc. El concepto de deuda ilegítima permite englobar las deudas del Sur y del Norte, las públicas y las privadas a la vez.»
Recordemos que el CADTM está implantado mayoritariamente en los países llamados «en desarrollo»: 15 países de África (véase http://www.cadtm.org/Africa,279), 6 países de Latinoamérica y Caribe (véase http://www.cadtm.org/America-latina-y-el-Caribe,838), 2 países de Asia del Sur (India y Pakistán). Con respecto a los países más industrializados, el CADTM está presente en 6 países europeos (véase http://www.cadtm.org/Europa,6487) y en Japón.
Notas
[1] En Bélgica, las personas morales que contribuyeron a la fundación en 1990 del CADTM provenían de diversos horizontes y testimonian el carácter plural de nuestra organización: movimientos de educación popular como Equipes Populaires —mouvement d’éducation permanente lié au Mouvement ouvrier chrétien—, Fondation Joseph Jacquemotte, Fondation Léon Lesoil, Union des Progressistes juifs de Belgique; sindicatos como los dos regionales de la CGSP, Central General de los Servicios Publicos —la de Liège y la de Limbourg—, la totalidad del sector Enseñanza de la CGSP, la regional de Amberes de la ACOD Onderwijs, la Federación de los metalúrgicos de la Provincia de Lieja; ONG como Peuples solidaires, GRESEA, Forum Nord-Sud, Centre Tricontinental, Socialisme sans Frontières, FCD Solidarité Socialiste, Oxfam Solidarité, Centre national de Coopération au Développement; comités de solidaridad como Comité Mennan Men-Haïti, Comité Amérique centrale de Charleroi; movimientos para la paz como la Coordination nationale d’action pour la paix et la démocratie —CNAPD—, VREDE; partidos políticos como el Partido obrero socialista y el Partido comunista; y una asociación femenina “Refugio para mujeres maltratadas y sus hijos”.
El Partido obrero socialista (más tarde convertido en la LCR), sección belga de la Cuarta internacional, tuvo un papel importante en la creación e impulso del CADTM, aunque siempre con una gestión plural muy firme.
[2] Éric Toussaint, tesis doctoral en ciencias políticas presentada en 2004 a en las universidades de Lieja y de Paris VIII, Enjeux politiques de l’action de la Banque mondiale et du Fonds monétaire international envers le tiers-monde, 2004. Disponible en http://www.cadtm.org/Enjeux-politiques-de-l-action-de. Véase también: http://www.diffusiontheses.fr/50749…
[3] Véase Ernest Mandel, «La dynamique infernale de la spirale de l’endettement», Inprecor, abril de 1986 Voir http://www.cadtm.org/La-espiral-infernal-de-la-deuda y http://www.ernestmandel.org/new/ecr…
[4] Véase http://www.cadtm.org/Acerca-del-CADTM
[5] http://cadtm.org/Union-sagrada-para-una-sagrada
[6] Véase: http://www.cadtm.org/Eric-Toussaint-Lo-que-es, http://cadtm.org/Le-CADTM-et-la-cooperation-au, http://cadtm.org/Le-CADTM-et-la-cooperation-au,13144
[7] Éric Toussaint, «En recuerdo de Ahmed Ben Bella, primer presidente de la Argelia independiente, muerto el 11 de abril de 2012 a la edad de 96 años», http://cadtm.org/En-recuerdo-de-Ahmed-Ben-Bella
[8] https://es.wikipedia.org/wiki/Susan…
[9] http://www.gallimard.fr/Catalogue/G…
[10] https://es.wikipedia.org/wiki/Abrah…
[11] https://es.wikipedia.org/wiki/Ren%C…
Bejamin Lemoine es investigador en sociología en el CNRS (Consejo Nacional de Investigaciones de Francia), especializado en la cuestión de la deuda pública y de las relaciones entre los Estados y el orden financiero. Una versión resumida de esta entrevista ha sido publicada en el número especial «Capital et dettes publiques», de la revista Savoir/Agir nº 35, marzo de 2016.
Fuente: http://www.cadtm.org/La-genealogia-del-CADTM-y-de-su