“En Cuba no se está transitando hacia el capitalismo, definitivamente”, aseguró José Luis Rodríguez García, quien se desempeñó como ministro de Economía y Planificación de la isla entre 1995 y 2009. En el marco de las II Jornadas de Pensamiento Crítico Latinoamericano que se desarrollaron en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), el ex funcionario afirmó que el país está viviendo un complejo proceso de reestructuración de su economía debido a los importantes desequilibrios financieros que viene enfrentando en los últimos años.
La apertura a la inversión extranjera y al sector privado, acompañados por el pago de deuda, son los principales cambios que se están implementando en la economía cubana según el especialista, quien sin embargo subrayó que el proceso consiste en una “actualización del modelo socialista”.
– ¿Cómo caracteriza la coyuntura en Cuba actualmente en relación a los cambios que ha sufrido su economía?
– En Cuba en este momento se está en un proceso de reestructuración del modelo económico. Se aprobaron nuevos lineamientos de la política económica y social en el 2011 que durante este quinquenio 2011-2016 deben guiar los cambios. Los cambios están fundamentalmente para buscar un mayor equilibrio en la economía cubana, fundamentalmente en su balanza de pagos, por un lado, y por el otro lado, medidas para implementar la eficiencia económica interna.
Rodríguez García puntualizó los principales factores que llevaron a la necesidad de esta reestructuración. En primer lugar, explicó que la crisis económica que sufrió el país desde 1990, y las dificultades para reinsertar la economía cubana en la economía mundial luego de la desaparición del campo socialista, llevaron a la isla a enfrentar importantes desequilibrios financieros en los últimos años. Esta situación se intensificó por los impactos generados con la crisis de 2007-2008.
“Es por eso que se aprueban estos nuevos lineamientos que suponen una transformación gradual de la economía cubana, buscando por un lado en el sector externo incrementar exportaciones, sustituir importaciones, crear nuevas condiciones para la inversión extranjera directa y por otra parte adoptar medidas que estimulen el incremento de la productividad del trabajo”, dijo el ex ministro, que actualmente se desempeña como asesor del Centro de Investigaciones sobre la Economía Mundial (CIEM).
A la vez, destacó que las dificultades que implica este complejo proceso se agravan debido al bloqueo impuesto por Estados Unidos en 1962, el cual aún continúa vigente y cuyos impactos le cuestan al gobierno cubano entre 3 mil y 4 mil millones de dólares cada año.
Inversión extranjera y propiedad privada
El economista explicó que el país está priorizando el pago de deuda y destacó que ya se han logrado importantes negociaciones con Rusia y Japón. “Se están dando pasos en esa dirección para normalizar los flujos financieros, que son decisivos para el país para poder incrementar inversiones y poder incrementar productividad”, indicó.
“Por otro lado, se están adoptando un conjunto de medidas que permitan ampliar la base de empleo de la economía cubana, concentrando en el Estado los sectores fundamentales y abriendo al sector cooperativo y al sector privado, al pequeño productor privado y otros sectores. Básicamente las cooperativas se han ampliado en la agricultura y también empezaron a aparecer cooperativas fuera del sector agropecuario, en industrias, servicios”, describió.
Además, el especialista recordó que la isla no es miembro “del FMI, del BID, de ninguna de estas organizaciones que son prestamistas de última instancia y, por lo tanto, prácticamente todo tiene que hacerse con el ahorro interno que el país sea capaz de obtener”.
“Tenemos muchas dificultades todavía, como es lógico, porque los cambios no solamente implican nuevas leyes, nuevo sistema fiscal, sino que implican un cambio en la forma de gestionar la economía”, agregó.
– ¿Esta reestructuración puede interpretarse como una paulatina adecuación al capitalismo?
– En Cuba no se está transitando hacia el capitalismo, definitivamente. En los principios de esta política económica que se viene aplicando se habla de un perfeccionamiento, se le llama incluso “actualización del modelo socialista” porque se pretende seguir en el socialismo: continuará siendo preponderante la propiedad social, aunque se abran espacios a la propiedad privada y a la inversión extranjera.
En ese sentido, lo que se está haciendo es adaptarse a determinadas circunstancias en el mercado internacional y también al nivel de desarrollo que el país tiene para que el Estado se concentre en los motores fundamentales del desarrollo y, a su vez, se abra espacio a otras alternativas que creen empleo.
De cualquier manera, reconoció que se trata de “un proceso complicado porque a la vez hay que preservar los logros sociales de la revolución, tratando de que no haya afectaciones esenciales en la educación, la salud, la seguridad social, en la alimentación básica de la población. Y, por otro lado, hay que ir a una racionalidad económica mayor en términos de que todos esos servicios sociales tengan una garantía sólida en la economía, que no se pueden basar solo en financiamientos externos, tienen que basarse también en lo que el país sea capaz de producir”.
Fuente: Lucía Maina, diario Puntal de Río Cuarto
- Equipo de Comunicación de la CTA Río Cuarto