- La complicidad patronal y gubernamental del viejo sindicalismo*
*José Rigane
El diario Página 12 publicó en su sección de Economía del día domingo 28 de abril de 2013 una entrevista a Pedro Wasiejko Secretario Adjunto de la CTA intervenida por el Ministerio de Trabajo en cabeza de Hugo Yasky. Puede leerse completa en: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-218930-2013-04-28.html
Allí, el dirigente vertió una serie de opiniones sobre la necesidad de repensar el accionar sindical en la Argentina a propósito del debate sobre inflación, paritarias y tipo de cambio.
El nudo central de la argumentación es la defensa de la política del gobierno en la década 2003-2013, subordinando la estrategia sindical en defensa del salario al proyecto gubernamental, al decir que se “está poniendo en riesgo todo este proceso de crecimiento y distribución que lleva diez años” si no se cambia la forma de intervención sindical en paritarias. Como si la renta socialmente generada por el esfuerzo de los trabajadores en la década no haya tenido destino principal en las ganancias empresarias y favoreciendo la concentración y extranjerización de un modelo productivo sustentado en la sojización, la mega minería, la industria de ensamble, el predominio de la banca, la fuga de capitales y la acumulación capitalista.
La lucha por las paritarias y el salario es en defensa de los ingresos de los trabajadores y no para mejorar el capitalismo local. Por otra parte, la política social masiva, aun aportando a la redistribución del ingreso, no define la orientación concentrada de la riqueza socialmente generada.
Wasiejko sostiene que “…hay un miedo tremendo de los sindicatos a entrarle al tema de la productividad, al de la competitividad. Todavía se lo asocia a que es sinónimo de mayor explotación. Y de lo que se trata es de participar de la discusión de un modelo de producción industrial.” ¡Parece increíble, pero así está dicho! Para nosotros, la discusión es por la emancipación de los trabajadores y no por la “competitividad o productividad” capitalista, siempre a costa de la explotación de los trabajadores, mal que le pese a los interventores de la CTA.
¿Hay que discutir el modelo productivo? Por supuesto, pero asumiendo lo nuevo en la región que no es la “competitividad o productividad”, sino el “vivir bien” o el “buen vivir” que introduce el nuevo constitucionalismo de Bolivia o Ecuador. Es el camino que asumimos en la CTA promoviendo una Consulta Popular en defensa de los bienes comunes, contra el modelo productivo y de desarrollo sustentado en el capitalismo argentino de estos años. No nos interesa discutir la competitividad o productividad capitalista, sino la potencia de la soberanía alimentaria, energética, financiera y el cuidado del medio ambiente, la solidaridad con otros pueblos y una integración alternativa, con el ALBA, y así consolidar aportando al nuevo rumbo de la región, por la emancipación y la liberación nacional y social.
Nuestro razonamiento en la CTA es por un nuevo modelo sindical, clasista, antiimperialista y anticapitalista, por el socialismo, en las nuevas búsquedas que en la región lideran Cuba, Venezuela, y a su modo Bolivia o Ecuador, entre otros. No estamos por el “capitalismo nacional, serio o normal” sustentado en esta década y que defienden los sindicalistas de un viejo modelo subordinado a la lógica gubernamental del crecimiento a cualquier precio, y de la lógica empresarial de la competitividad y la productividad. En condiciones de transnacionalización de la economía, la mayor competitividad se logra disminuyendo los salarios en divisas, y así poder competir contra otras burguesías del mundo, y por eso aunque digan que no devalúan, recurrentemente cuesta más pesos comprar un dólar. Así compite la industria automotriz argentina, o el ensamblado de aparatos de telefonía, o el conjunto de perfiles de armadurías en que se convirtió la producción manufacturera del país.
Mejorar la productividad es flexibilizar salarios y jornadas de trabajo, sobre-explotando la fuerza de trabajo. Son planteos que abonan un sindicalismo de conciliación y posibilista que subordina a la clase trabajadora a la estrategia del capitalismo.
Resulta necesario dejar de pensar como empresarios o como representantes de los funcionarios de gobierno, para pensar como movimiento de trabajadores, autónomos de los patrones, los gobiernos y los partidos políticos, que quieren constituirse en sujetos para modificar la situación y no subordinarse al límite de lo posible.
Nosotros estamos por la búsqueda de un nuevo sindicalismo, es la razón por la que venimos construyendo CTA hace más de 20 años. Es un camino irrenunciable y no queremos caer en la trampa de discutir la agenda de las clases dominantes: el problema no es si hay que devaluar o no, la discusión es sobre el conjunto del modelo productivo y de desarrollo. Estamos por extender las paritarias y promover la libertad sindical, contra la ley antiterrorista y la legislación de riesgos del trabajo pro patronal que promovió el gobierno. Como estamos en defensa de una distribución popular del ingreso, luchamos por modificar el patrón productivo y de desarrollo, por otra Argentina en otro mundo posible.
Mar del Plata, 13 de mayo de 2013
*Secretario Adjunto de la CTA Nacional, Secretario General de FeTERA.