Buenos Aires, 4 de abril de 2013
Si bien la noticia pasó casi desapercibida, la decisión de Uruguay, a nuestro criterio, es muy importante, en la medida que contiene en sí la posibilidad de construcción de un nuevo modelo productivo y de una verdadera y profunda Integración Regional, tan necesaria en tiempos de crisis capitalista mundial.
¿Qué es el SUCRE? Es una moneda virtual que se utiliza para fijar el valor monetario de las compras y ventas (exportaciones y/o importaciones) que hasta el momento se realizaban sólo entre los países que componen el ALBA1. Ahora se suma Uruguay.
Esta nueva moneda tiene como objetivo la paulatina sustitución del dólar y otras divisas internacionales en las transacciones comerciales que se realizan entre los países suscriptores, contribuyendo de esa manera a disminuir la necesidad crónica de las economías capitalistas dependientes respecto del dólar, y a minimizar su vulnerabilidad frente a los efectos de la crisis mundial.
No solo se reduce la dependencia respecto de una moneda cuya emisión no es controlable, sino que también se reducen los condicionamientos políticos y económicos que imponen las entidades financieras internacionales cada vez que prestan las divisas.
Y, paralelamente, el SUCRE es un instrumento de integración regional ya que favorece el intercambio comercial, otorgando mayor transparencia y seguridad a los pagos, pues se realizan de forma automática a través del Sistema Informático del SUCRE (SIS), agilizando las operaciones comerciales y reduciendo los costos cambiarios de las mismas (se eliminan las intermediaciones y comisiones que toda compra- venta de divisas implica).
Además de favorable, vista desde nuestro país, la noticia del ingreso de Uruguay al SUCRE es oportuna. Atravesamos en estos momentos una crisis “cambiaria” que precisamente se relaciona, entre otras cosas, con la escasez de dólares que en periodos de crisis sufre toda economía capitalista dependiente, endeudada, concentrada y extranjerizada.
En Argentina, los dólares son destinados mayoritariamente a financiar la fuga de capitales y a cancelar los vencimientos de la deuda pública en esa moneda. Y la principal fuente para obtenerlos son el financiamiento internacional y en particular, las exportaciones, las cuales están basadas en la explotación y saqueo de nuestros recursos naturales mediante procesos productivos altamente contaminantes (monocultivo de la soja, megaminería e hidrocarburos convencionales y ahora también no convencionales- fracking-). A mayor necesidad de dólares, mayor saqueo y contaminación de la naturaleza,
No es cuestión de ingresar al sistema del SUCRE para “liberar” dólares y poder así seguir financiando la fuga de capitales y cumpliendo con los pagos de la deuda publica ilegítima e ilegal, sino de destinarlos al financiamiento de un nuevo modelo productivo que aspire a satisfacer necesidades esenciales de nuestra población y de la región latinoamericana, de manera sustentable, social y ambientalmente.
En ese sentido, el éxito del SUCRE estará dado en tanto se aplique, conjuntamente, con otras medidas, tales como la puesta en marcha del demorado Banco del Sur, la incorporación al ALBA y la suspensión de los pagos de la Deuda Pública hasta tanto una Auditoria determine qué tramos de la misma son nulos y cuáles no, como la que hiciera Ecuador en 2007.
En tiempos de crisis capitalista mundial, que se traduce por su carácter y profundidad en crisis civilizatoria, la alternativa debe ser anti-capitalista y en un marco de una Integración Regional basada en los principios de solidaridad, cooperación y complementariedad entre nuestros países, en función del bienestar de los pueblos. La reducción de la dependencia crónica respecto del dólar y el fomento del comercio intra-regional y autónomo, a través de la utilización del SUCRE, van en ese sentido. Sigamos el ejemplo de Uruguay y de los países del ALBA, que además, se retiraron del CIADI, como Venezuela, Ecuador o Bolivia.
Entonces, ¿para cuándo la Argentina en el ALBA, o suscribiendo alguno de sus protocolos, como el del SUCRE?
[1] ALIANZA BOLIVARIANA PARA LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICA (ALBA), integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua , Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda.
Un comentario en «URUGUAY ADHIRIÓ AL SUCRE ¿Y NOSOTROS?»
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Mauro Mendiburu (Uruguay) dice:
Estimados,
quisiera saber si alguien del Gob Argentino, o existe algun grupo intelectual en Argentina interesado en este sistema de pagos. Comparto el pensamiento esgrimido en el articulo, y en lo que va del 2013 mas de 800 millones de dolares (en sus correspondientes SUCRES) se han comercializado entre los países miembros. Creo que es una salida a la escasez de dolares en Argentina y mejora las posibilidades de comerciar entre países vecinos. Gracias