Ruvislei González Sáez
La educación superior ha dejado de ser únicamente un bien de consumo del que disfruta una elite y se ha convertido en un importante elemento de desempeño económico de un país y un factor fundamental de las opciones vitales de un individuo en la sociedad contemporánea. Así, el crecimiento que ha experimentado en los 40 años a escala internacional no solo es necesario, sino deseable. Sin embargo, es costosa y se enfrenta a imperativos de competencia que atañen al gasto público.