Claudio Katz
	
	
	
    
    	
	
		
	
			Las incursiones repiten un libreto conocido. Primero aparecen los discursos moralizadores y luego el hostigamiento del enemigo, que está invariablemente localizado en una región apetecida. Posteriormente se exige la rendición con chantajes diplomáticos de la ONU y finalmente aparece el bombardeo o la ocupación del país cuestionado.
