Julio Gambina
Tras cinco años de crecimiento al 9% acumulativo anual, muchos creyeron que la normalización política retornaba a la Argentina. Es que el crecimiento económico esconde la subsistencia de problemas estructurales. Para el discurso hegemónico parece no importar el desempleo o la pobreza ya que por un lustro la tendencia era decreciente, aún con precariedad, informalidad y bajos ingresos.