Mientras en la Argentina se procesan tensiones políticas por la evolución de la economía, sea por la desaceleración económica, el precio del dólar o la demanda de sectores movilizados, especialmente los trabajadores agrupados en la CTA, que esta semana concentraron la protesta en reclamo de salario mínimo por 5.000 pesos mensuales, las asignaciones familiares con criterio universal y la previsión social en el reclamo histórico del 82% sobre el ingreso de los activos; en el mundo se manifiestan esas tensiones en la discusión sobre el rumbo político ante la continuidad de una profunda y duradera crisis de la economía mundial que empezó a hacerse visible en torno del 2007 y 2008, es decir, hace ya un lustro, y sin horizonte de culminación en el corto plazo.
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