El 19 de abril del 2005, día nacional de Venezuela, hacia parte de una pequeña delegación colombiana que visitaba en la presidencia de la Asamblea Nacional a Nicolás Maduro. Faltando 10 minutos para el mediodía caraqueño salí al cuarto vecino, entonces al lado de los escoltas del hoy presidente encargado y en su televisor, pude ver la fumata bianca que esa vez anunciaba la elección como Papa del alemán Joseph Ratzinger. Después se supo que la soberbia corte vaticana, había impuesto al guardián de la Doctrina de la Fe (nombre actual del Santo Oficio ), por encima del pragmatismo de una iglesia que reconocía la debacle inminente y proponía un argentino para continuar la obra de Karol Wojtyla. Para abrirle paso al alemán, el Vaticano había “negociado” (según cuenta la política argentina Eliza Carrió) el retiro del otro candidato: Jorge Bergoglio. Ocho años después, este ha resultado electo para remplazar al renunciado Ratzinger.
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