PABLO VOMMARO: “DEBEMOS DISCUTIR QUÉ DEMOCRACIA ESTAMOS TENIENDO”

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Por Federico Paterno 

Pablo Vommaro es historiador, investigador del Conicet, docente de la UBA y desde hace pocos días nuevo director ejecutivo de CLACSO. Su labor siempre estuvo en pos de su búsqueda de construcción de una mirada que advierta el pensamiento crítico. Hoy tiene como desafío algo muy trascendente a la hora de pensar las políticas sociales y el análisis de estas y los movimientos sociales o bien las juventudes, lugar donde Vommaro tiene un camino de investigación realizado. “Muy hablados poco escuchados”, afirmó el investigador. En esta entrevista que brindó a ANCAP pudo señalar que una de las principales disputas que dará de aquí en mas es resistir el avance de las ultraderechas. 

Para el periodo 2025-2028 Vommaro tendrá el desafió de llevar adelante esta tarea para nada sencilla, pero mas que seguro con muchos países que pueden dar la disputa de las ideas y la batalla cultural. Cabe destacar que CLACSO esta presente en 56 países del mundo y cumple un rol muy destacado con casi mil centros de investigación y posgrado en torno al área de las ciencias sociales y las humanidades en América Latina. A la hora de consultarle sobre ¿Qué es CLACSO? Advirtió “Como red del pensamiento crítico latinoamericano y caribeño, es sin duda con proyección mundial y con proyección del sur global, cumple un rol importante en la disputa política, en la disputa social, en la disputa cultural, en la batalla de ideas, en la batalla cultural que estamos librando, no sólo en la batalla contra el avance de las ultraderechas, contra los grupos autoritarios regresivos con discursos de odio violentos, sino también en la disputa por poder construir las herramientas interpretativas que contribuyan a una comprensión mayor de la realidad con camino o con sentido transformador, es decir, comprender la realidad para poder transformarla”. En línea con esto sumó “Estamos en muchos países de Asia, de África, Europa, inclusive Estados Unidos y Canadá. Entonces creo que ahí CLACSO cumple un rol fundamental, justamente en alimentar y en proponer soluciones superadoras o en promover iniciativas superadoras en el proceso social, político, también intelectual, académico, en la defensa de la educación pública, de la educación como bien común, de la educación como bien público y, por supuesto, también de la ciencia pública, no contrarrestando discursos negacionistas, discursos anti-ciencia y toda la política xenófoba y racista que vivimos en diversos países, como por ejemplo Argentina, El Salvador, que vivió Brasil con Bolsonaro y que también emana desde el norte, desde Estados Unidos, Trump mediante”, este último relato de Vommaro nos permite entender también como habrá un lugar primordial para la discusión antiracista y la xenofobia.

Un doble lugar propone el integrante de CLACSO que observa los avances por un lado de las ultraderechas, como así también el deber de proponer y alimentar experiencias populares y progresistas. Esto Vommaro lo conoce y muy bien porque uno de sus focos de investigación a destacar está en los movimientos sociales y populares en los territorios. Como investigador fue de gran ayuda en la investigación sobre el secuestro, tortura y desaparición del joven militante de San Francisco Solano Agustín Ramírez. Pablo se vinculó con la familia de Agustín y se comprometió en la búsqueda de justicia en contra de la impunidad. Esto se pudo ver plasmado en el libro “Militancias juveniles en la Argentina democrática”. 

Llegar al lugar que hoy ocupa es algo que a diferencia de cualquier puesto ejecutivo en este caso fue colectivo y con fuerza de un proyecto en común. “Construimos una propuesta colectiva, participativa, bien capilar, bien porosa, en diferentes espacios y en diferentes territorios y espacialidades de la Red ClACSO y justamente a partir de esa construcción participativa, de esa construcción colectiva, fuimos produciendo un espacio amplio, un espacio plural, un espacio diverso, siempre con límites y con valores claros, es decir, esa amplitud, esa pluralidad, esa diversidad de nuestro espacio guardaba valores, guardaba objetivos, guardaba principios claros, pero dentro de esos principios y esos valores una apertura a los disensos, una apertura a las diferencias y justamente uno de los principios de nuestro espacio era ser capaces de construir lo común en la diferencia, es decir, que la diferencia no nos fragmente, no nos divide, no nos separe, sino que nos permita a partir de su reconocimiento construir lo común, construir lo que nos une, construir un espacio de diálogo y de convivencia a partir de esas diferencias.” Fue finalmente lo que sucedió en Bogotá el día 8 de junio del 2025 cuando fue elegido como director ejecutivo del organismo.

¿LAS JUVENTUDES QUE NO SE ESCUCHAN?

Sobre las juventudes y su rol protagónico que deberían tener hoy en el debate político, aquí debemos obligarnos a repensar las estrategias. Los avances del mundo digital, la vida de la IA y las emociones controladas por ChatGpt advierten un pedido de mayor trabajo con ese sector de la población. A partir de esta pregunta que advierte el párrafo comentó “Sí, sin duda creo que es clacso y que todas las universidades públicas, la ciencia pública, el pensamiento crítico en general, tienen que tener una mirada mucho más abierta hacia las nuevas generaciones, mucho más abierta hacia las juventudes, una mirada de escucha, una mirada de interpelación, una mirada de incorporación a los espacios de toma de decisiones, no sólo pensar que las juventudes tienen que formarse para cuando les toque asumir responsabilidades o son nuestro relevo generacional, sino más bien que son protagonistas en el presente, en el aquí y en el ahora, y eso tiene que ver entonces con incorporarlas mucho más, con escucharlas mucho más y con hacerlas partícipes de las decisiones, hacerlas verdaderas protagonistas.” La razón de ser de este punto es poder incorporar el pensamiento crítico a los y las jóvenes, con mayor apertura a nuevos lugares de toma de la palabra y sobre esto agregó “ Están en una búsqueda constante de poder organizarse para transformar el actual estado de cosas, y está entonces en nosotros como red de pensamiento crítico, no sólo como académicos, intelectuales, profesores, también como activistas y como militantes poder escuchar, poder construir empatía con esos malestares, con esos descontentos, con esas rabias, con esas desazones para partir de ahí construir las propuestas que ayuden a superarlas y entonces poder mostrar, poder darnos cuenta con ellos que muchas opciones lo que hacen es reforzar las causas de esos malestares, de esas rabias, de esos descontentos, de esas desazones y más bien que lo que se trata es de transformar las sociedades en un sentido progresivo, en un sentido de construir más democracia, más justicia, más igualdad y más libertad, también mostrar o discutir cuál es el sentido de la libertad y de la igualdad para partir entonces de una escucha, para partir de una incorporación, trabajar con y desde las juventudes para poder lograr los cambios que nos proponemos con ellas y no a pesar de ellas, con ellas, desde ellas y no sobre o para las juventudes, creo que ese protagonismo y esa interpelación se vuelve fundamental, más aún o más necesaria y más urgente en estos momentos”.

CLACSO: LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LAS ORGANIZACIONES POPULARES 

El avance de las derechas a nivel mundial es un punto de inflexión en el análisis que nos ofrece nuestro entrevistado, sin dejar de lado en ningún momento la necesidad innegable de poner en debate la importancia de los movimientos sociales en la política de los países de nuestramerica.

“Hoy en día los movimientos sociales, las organizaciones populares, los territorios, las comunidades, están en un momento de gran actividad en América Latina, a pesar del avance de las ultraderechas, a pesar de que muchas veces algunas experiencias progresistas no las tuvieron tan en cuenta como hubiese necesario, que las tengan en cuenta, como el potencial y la capacidad de esos movimientos hubiese ameritado tenerlas en cuenta. Pero uno puede ver en Brasil, Colombia, México, en Chile, en diferentes países, cómo el movimiento social está muy activo, está proponiendo nuevas iniciativas, está proponiendo, digamos, no tanto modelos de sociedad, sino está ensayando o está produciendo en su práctica cotidiana esas formas de relación social, de relación intersubjetiva, de organización, esas formas de relación con la naturaleza, esa forma de hacer producir la tierra, esas formas de construir vivienda, esas formas de disputar el espacio urbano, esos procesos y esas comunidades y esas dinámicas de cuidado, esas igualdades étnico-raciales, sexogenéricas, generacionales, territoriales, es decir, son los movimientos sociales hoy, creo, los que están muchas veces y en muchos procesos empujando esos cambios, sosteniendo esos cambios y ensayando en sus situaciones o en sus territorios y comunidades”. En síntesis, a esta posición clara sobre el involucramiento necesario de los movimientos sociales en las políticas de cada país, CLACSO juega un rol trascendente en ésta mirada porque puede generar la articulación que sea regional o continental para desplegar con mayor fuerza los cambios que se precisan en la región y el mundo.

¿QUÉ ES DEMOCRACIA?

Pensar la democracia cómo un momento determinado al momento electoral es un error garrafal de eta concepción, la democracia nos obliga a pensar el rol que tenemos dentro de cada regio, territorio o sociedad; poner en duda nuestra comodidad y pasar a estar un poco mas incomodos. La democracia nos habilita a repensar las estrategias que nos damos para disputar sentido común y en una deuda.

“Yo creo que las democracias están atacadas, asediadas, hostigadas, debilitadas por las ultraderechas, pero que también tienen desafíos en el campo progresista, en el campo popular, en el campo de las izquierdas. Entonces son democracias con muchas promesas y muchos anhelos incumplidos, que han defraudado fuertemente expectativas y que están muchas veces desconectadas con el sentir, con los anhelos, con las demandas y con las necesidades populares. Por lo tanto, hay una crisis que viene de larga data de representación de la democracia, pero también hay un horadar, hay un debilitamiento de la democracia y no hay una percepción masiva de que la democracia realmente mejore inmediatamente mis condiciones de vida”. Es clave entender esto que propone Vommaro el desafío de los sectores progresistas por dejar de ser reformistas y comprender de plano los cambios necesarios y pendientes que padecen nuestra sociedad.

Para finalizar y entender que camino se puede reforzar desde el debate y la construcción del pensamiento crítico en línea con la idea de Osvaldo Bayer de que la democracia será tal cuando no haya pibes en la calle con hambre o sin techo; sentenció “Los colectivos sociales sientan que la democracia es un espacio, es un ámbito, es una herramienta, es un vehículo de mejora de sus condiciones de vida, de mejora de su vida cotidiana, de lo que rodea o lo que le permite, entonces, vuelvo a decir, desplegar su vida con mayor justicia, con mejores condiciones, con mayor igualdad, en mejores condiciones, contrarrestando la precarización creciente no solo laboral, sino también territorial, de los barrios populares, subjetiva, emocional, vincular que nuestras sociedades viven. Y en las últimas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires hubo una baja participación porque creo que las personas no sentían que fuese una elección que cambiase sus vidas. Era una elección solo legislativa, distrital, separada de las elecciones nacionales, no se disputaba ningún cargo ejecutivo y creo que no hubo un sentir masivo de que esas elecciones realmente incidiesen en la vida cotidiana de las personas que habitan la Ciudad de Buenos Aires. Yo no sacaría una conclusión inmediata que eso tiene que ver con una deslegitimación democrática o un desinterés, hay que ver qué es lo que pasa en las elecciones nacionales, más a fin de año, en octubre, etcétera, y qué es lo que pasa, por supuesto, en 2027. Pero insisto que hoy en día no se puede solamente observar la intensidad o la potencia, digamos, de una democracia solo por la participación electoral. Hay un tejido y una trama societal que sostiene las democracias y que muchas veces ese tejido o esa trama es la que se siente defraudada, desilusionada por las democracias realmente existentes y ahí está entonces nuestra interpelación de no solo defender la democracia, sino mejorarla, no solo plantear una defensa de la democracia, sino discutir su intensidad y discutir qué democracia estamos teniendo, para qué la estamos teniendo y cuáles son los procesos sociales que estamos promoviendo en esa disputa por las democracias que vive el continente entre las ultraderechas y los grupos populares, progresistas o de las izquierdas y, por supuesto, con el protagonismo necesario de los movimientos y las organizaciones populares y sociales”.

Fuente: https://noticiasancap.org/2025/06/21/pablo-vommaro-debemos-discutir-que-democracia-estamos-teniendo/


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