LOS PODERES DEL ESTADO Y EL CONFLICTO AGROPECUARIO.

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Julio Gambina

Hoy tenía pensado contarles sobre la experiencia de la Cumbre de los Pueblos que se desarrolló entre el 27 y 29 de Junio de este año (2008) en Misiones, pero por efecto de la niebla no pude llegar a Posadas. Pensaba ser cronista directo de foros muy importantes: de pueblos originarios; de movimientos campesinos; y un tercero de movimientos urbanos. Especialmente estaba interesado en seguir de cerca los debates del tema pueblos originarios y movimiento campesino porque hace al problema de fondo del tema agropecuario, de alguna manera el tema ausente.

Hay que destacar varias cuestiones que están en el debate de política económica en la Argentina actual, el epicentro sigue estando en el conflicto agropecuario y hay muchos otros temas en los que venimos quizás demorados en nuestros comentarios y los retomaremos en algún momento, tal como ocurre con el crecimiento de la deuda externa.

En los informes recientes, publicados por el INDEC, se está indicando que la deuda externa pública y privada creció en el último año más que el PBI. Otro gran tema que venimos demorando en el comentario, aunque a veces lo suscitamos, es el tema inflacionario. Una inflación que ya está estimándose en el orden del 30 por ciento anual aunque desde el punto de vista de las estadísticas oficiales, sigue todavía con un registro de un dígito para todo el año.

El tema agropecuario sigue planteando algunas cuestiones centrales. En esta semana es válido destacar el inicio de las discusiones en el Parlamento, sobre todo en una semana en la que hubo presencia de los distintos sectores sociales involucrados en el conflicto o más allá de él, debatiendo con los legisladores constituidos en comisión en el Parlamento, todo lo cual fue ampliamente seguido por los medios de comunicación. Hay un punto clave a destacar que es el establecimiento de una decisión pública de intervenir en cuestiones como la política agropecuaria, o las retenciones, es decir, queremos enfatizar que no es una cuestión de mercado como se instaló con mucha fuerza en los últimos treinta años. No es un dato menor que la Argentina tenga menos vínculo con la cuestión de mercado, con la iniciativa privada y que sea el Estado a través del Poder Ejecutivo, del Parlamento, a través de la intervención judicial quienes intervengan en la fijación de los precios o en la implementación de las políticas públicas. Es destacable en este tiempo histórico reivindicar la intervención del Estado mas allá de cómo termine el conflicto.

El escenario ha ido cambiando mucho, si bien está la posición del Poder Ejecutivo de que la ley que se discute en el Parlamento salga tal y como fue presentada, existen diversas flexibilizaciones, incluso de aquellos que reclamaban que se retrotrajera la situación al 11 de marzo que también ya están planteando la búsqueda de un punto intermedio. Todos flexibilizan sus posiciones. Mas allá de que todo termine en cualquiera de las distintas posiciones que están en juego, lo importante es la voluntad social de que el Estado intervenga, insisto, mas allá de cuál sea la posición definitiva que, aparentemente, podría tomarse en la próxima semana.

Pero involucro a los distintos poderes del Estado y a la sociedad por algunas experiencias transitadas en esta semana. Tiene que ver con los números que están en danza asociados a las exportaciones agropecuarias y a la recaudación que de ella se deriva. Si lo vemos en proceso: al comienzo de abril tenemos una denuncia penal, avalada esta semana por un conjunto de diputados, con una denuncia de evasión por 1450 millones de dólares, es mas o menos el equivalente de lo que cuesta por dos años el subsidio Plan Jefas y Jefes de Hogar. Eso es lo denunciado como evasión entre enero de 2007 y mayo de 2008. También hay un reclamo del ente oficial, de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) por 650 millones de dólares, que tiene que ver con liquidaciones mal realizadas, mejor traducirlo como evasión, desde noviembre del año pasado hasta la fecha. Son cifras asimilables entre la denuncia penal avalada por algunos diputados y el reclamo administrativo realizado por la ONCCA.

El jueves de la semana pasada, las entidades cerealeras, concentradas en la exportación, salieron a desmentir uno y otro de los planteos, tratando de defender la posición de los exportadores. Sin embargo, hay una ratificación de ambas denuncias, denuncia penal de los diputados y un pedido administrativo para que actúe la AFIP para verificar las liquidaciones llevadas adelante por los exportadores. El tema no es menor porque habla de que más allá de la discusión por la retenciones, si son del 35, si son del 40, si son móviles o son fijas, si tienen techo o no, están hablando de algunos mecanismos de mercados, algunos mecanismos del funcionamiento concreto del capitalismo argentino vinculado a la evasión, a la elusión fiscal, de cifras muy importantes que contribuyen a que el Estado pueda resolver algunas necesidades insatisfechas en la Argentina.

Por eso es importante que se dé a conocer este debate (termine como termine en el Parlamento) que se hagan las acciones de oficio por parte de la AFIP, que la Justicia argentina intervenga, de hecho la Corte Suprema de Justicia ha tenido que involucrarse a partir de fallos en primera instancia sobre el tema y por lo tanto Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial, los poderes del Estado están involucrados en la discusión de un tema tan importante.

Para finalizar y retomando el punto inicial, el encuentro de Posadas, el debate de la Cumbre de los Pueblos, convocado por las organizaciones que dieron en su momento la batalla contra el ALCA y contra la liberalización de la economía, ahora intentan instalar que además de las retenciones y de la soja, existen otros productores, existe otro campo y otra reivindicación esencial como es la soberanía alimentaria.

Lo destacable es esta legitimación de la necesidad de intervención del Estado para fijar retenciones a las producciones hegemónicas pero por otro lado hay una demanda de que el Estado también intervenga para resolver necesidades insatisfechas de una cantidad cercana a los 200 mil productores no-sojeros, que no se subordinan al paradigma de los transgénicos, que transitan por el desarrollo de un modelo productivo para la satisfacción de las necesidades de su población y en el marco de la soberanía alimentaria.

Es un debate que todavía aparece como insuficiente en la sociedad pero son algunas claves para pensar en resolver los problemas actuales, que son muchos, y como decíamos al principio trascienden el problema agropecuario. Son voces insuficientemente escuchadas y es importante que la sociedad las asuma.

29/06/08


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